Cuando en 2008 la mayoría de las compañías aéreas comenzaron a cobrar por el equipaje, lo primero que nos preguntamos todos es si eso era legal. Una vez admitido que así es, nos quejamos, pataleamos y mostramos nuestro descontento.
Pero ahora, una nueva investigación publicada en la revista especializada Management Science, asegura que estos cambios han mejorado la eficiencia de despegue de la mayoría de las compañías aéreas, además de sus ganancias, claro.
Cuando se afianzó la tendencia a cobrar por las maletas extras del viajero, hubo muchas compañías que se resistieron. Entre ellas Southwesth Airlines, una de las aerolíneas con mayor éxito de ventas en Estados Unidos. Incluso lanzó un lema publicitario de lo más rebelde: con nosotros, tus maletas vuelan libres.
Pero ocurrió lo que nadie esperaba. La medida contribuyó que los pasajeros cambiaran su comportamiento a la hora de viajar en avión, ya que poco a poco fueron reduciendo el volumen de su equipaje con el fin de obtener un mejor precio. Según explican en la investigación, las compañías aéreas que decidieron cobrar las pesadas maletas de sus clientes, mejoraron su salida media entre 3,3 a 4,4 minutos, así como redujeron los retrasos medios de despegue entre 1,3 a 2 minutos, dependiendo de si se cobraba una o dos piezas de equipaje extra.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores estudiaron todos los vuelos registrados públicamente en Estados Unidos desde el 1 de mayo de 2007 hasta el 1 de mayo de 2009, franja de tiempo en el que la mayoría de las compañías empezaron a cobrar por este servicio.
Aunque la mayoría de estudios sobre este tema se han centrado en la cantidad de ingresos que se han generado por el equipaje facturado, este es el primero en analizar cómo esta operación ha influido en la eficacia de funcionamiento de las líneas aéreas. Según recuerdan los investigadores, menos equipaje y menos peso equivalen a menos retrasos en la salida, algo crucial para otras facetas del negocio, como la reputación o las pérdidas millonarias que las compañías suelen pagar por sus retrasos.
Hay otros hallazgos clave en esta investigación. Según los analistas, cobrar la primera o la segunda maleta mejoró el tiempo de salida para todas las compañías aéreas principales (incluyendo la rebelde de Southwesth, que no cobran por las dos primeras bolsas), ya que creó un ahorro notable a consecuencia del cambio cultural de los pasajeros norteamericanos, que se acostumbraron a volar con menos equipaje. Según explicó Mazhar Arikan, uno de los investigadores implicados en el estudio, este cambio se tradujo en una menor demanda de operaciones de back-end que requieren un trabajo intensivo por parte del aeropuerto, tales como la carga del equipaje o los controles de seguridad, un recurso que comparten con las compañías aéreas.
Cabe destacar que el rendimiento de los rebeldes de Southwest no fue tan notable como los de su competencia (que cobraban por el equipaje facturado), «cuestión que parece haber dañado en profundidad una de las ventajas competitivas históricas de Southwest en cuanto a su servicio al cliente», matizó Arikan. Se calcula que la compañía pierde alrededor de 22 millones de euros anualmente por no cobrar la primera maleta facturada y un total de 32 millones de euros al año por no cobrar la segunda.
Los cambios positivos más notables han sido para los que viajan con escala, que han visto cómo el tiempo de espera se reducía drásticamente gracias a que los aeropuertos principales se vieron menos sobrecargados en las operaciones pertinentes. Todo gracias debido a un menor número de equipaje.
Fuente: eurekalert.org
Redacción QUO