Sin lugar a dudas, estas es la sopa más antigua conocida. La han descubierto arqueólogos chinos en una tumba del yacimiento de Chengyang.
Se trata de una vasija de bronce que contiene un guiso fosilizado en el que se aprecian los huesos de ternera y otros ingredientes que lo componían.
Los investigadores calculan que el plato tiene una antigüedad de unos 2000 años. Aunque está tan bien conservado que casi da la impresión de que podría volver a calentarse y dejarlo así listo para comerlo.
Con todo, no es la primera vez que en ese yacimiento aparecen alimentos del pasado. En 2015, por ejemplo, encontraron unos noodles (fideos chinos) que tenían una antigüedad aproximada de cuatro mil años.
Vicente Fernández López