Fabrizio Bigotti, un investigador del Centre for Medical History at the University of Exeter, ha encontrado un ejemplar de Commentaria in primam Fen primi libri Canonis Avicennae, un volumen de 1652 escrito por el médico veneciano Santorio Santorio. Y, buceando en sus páginas, ha descubierto que el autor postulaba la idea de que la materia estaba formada por corpúsculo invisibles, veinte años antes de que Galileo postulase el mismo concepto.
[image id=»90090″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Este hallazgo ha servido para despertar el interés hacia la olvidada figura de Santorio Santorio, que fue un personaje de lo más interesante. A él se le atribuye el invento del primer prototipo de termómetro, un instrumento al que el bautizó con el nombre de pulsilogium.
Pero el médico veneciano es conocido también por haber realizado en primera persona un curioso experimento que desarrolló durante más de la mitad de su vida. Cada día pesaba todo lo que comía y bebía, y hacía lo mismo con las sustancias que su cuerpo excretaba, es decir, con su orina y heces. Los resultados obtenidos le permitieron comprobar que el peso de sus desechos orgánicos era muy inferior al de sus alimentos, lo que llevó a postular la teoría de la transpiración insensible, para referirse a una forma inapreciable de perder esa diferencia de peso que sus medidas no eran capaces de registrar.
Actualmente, aunque no se le concede validez científica a muchos de sus hallazgos, si que se le reconoce el mérito de buscar constantemente nuevos métodos de experimentación.
Vicente Fernández López