La antigua ciudad de Amarna en Egipto, fue construida a mediados del siglo XIV adC, por orden del faraón Akenatón, que la convirtió en su capital. Y fue consagrada como centro del culto a Atón, dios del Sol.
Pero, ahora, una nueva investigación realizada por el equipo del ProyectoAmarna, ha descubierto, que los egipcios pudieron usar esclavos infantiles para levantar aquella ciudad.
Los arqueólogos han descubierto un cementerio con unas dos mil sepulturas de niños y jóvenes con edades comprendidas entre los 10 y los 25 años. La mayoría de ellos presentaban graves lesiones en la columna vertebral y otro tipo de evidencias traumáticas, propias de personas que realizan trabajos físicos de extrema dureza.
Este cementerio juvenil se encuentra situado en la ruta que conduce a las grandes canteras de las que se extraía la piedra para construir la ciudad. Eso parece indicar que ese era el lugar donde se obligaba a trabajar de forma despiadada a estos pequeños esclavos.
Fuente: The Guardian.
Vicente Fernández López