La aplicación más lógica de muchos juguetes en experimentos científicos está relacionada con el estudio del comportamiento infantil.
Como el estudio realizado por la Universidad de Washington en el que varios bebés fueron tentados con unos patitos amarillos, situados fuera del alcance de su mano pero que podían atrapar con la ayuda de un gancho.
Los críos fueron divididos en dos grupos. Los primeros fueron entrenados para utilizar la herramienta, y los segundos se limitaron a ver cómo un adulto realizaba la misma acción.
Los primeros fueron capaces de hacerse con el juguete, lo que demuestra que ya en esa primera fase de la vida la experiencia desempeña un papel mayor que la mera observación en el aprendizaje.
Redacción QUO
La clave está en cuánto somos capaces de predecir de la pieza, y hasta qué…
Un nuevo estudio prevé un fuerte aumento de la mortalidad relacionada con la temperatura y…
Los investigadores ha descubierto un compuesto llamado BHB-Phe, producido por el organismo, que regula el…
Un nuevo estudio sobre la gran mancha de basura del Pacífico Norte indica un rápido…
Una nueva teoría que explica cómo interactúan la luz y la materia a nivel cuántico…
Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños…