En Fukushima no ganan para sustos. Ahora, la policía japonesa ha confirmado que unos operarios descubrieron una bomba sin estallar de la II Guerra Mundial, enterrada a unos trescientos metros de la central nuclear.
El artefacto mide unos 85 centímetros de largo y 15 centímetros de diámetro, y está siendo analizado por especialistas para determinar si hay riesgo de que pueda estallar.
Hay que recordar que no es la primera bomba que se encuentra en dicha área, ya que allí existió un aeródromo de las fuerzas aéreas japonesas, y la zona fue duramente bombardeada durante la guerra.
Vicente Fernández López
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