Todo el que sea aficionado a beber whisky habrá escuchado con frecuencia la siguiente pregunta: ¿solo o con agua? La respuesta varía mucho en función de cada persona pero, ahora, una investigación realizada por investigadores de Linnaeus de Kalmar, en Suecia ha inclinado la balanza a favor de los que lo prefieren con agua.
Y es que, según los resultados de este estudio, añadir un poco de agua (no más de unas gotas) a la bebida mejora sustancialmente su sabor. El gusto tan característico que tiene el whisky se debe a una serie de moléculas llamadas guaiacol, que pueden tener propiedades hidrófilas, es decir, que atraen el agua.
Los investigadores comprobaron que cuando el whisky tiene una cantidad de etanol cercana al 40% , esas moléculas tienden a concentrarse en la superficie de la bebida. Pero, cuando el porcentaje es mayor, tienen a desplazarse hacia niveles más inferiores.
Por eso, al añadir un poco de agua y diluir la bebida, se reduce el porcentaje de etanol, lo que hace que las moléculas guaiacol asciendan a la superficie, potenciando su sabor.
Vicente Fernández López