Por segundo año consecutivo se ha celebrado en el condado británico de Kent el FlameFest. Y, también por segundo año consecutivo, lo ha hecho rodeado de polémica. Y es que este festival, conocido popularmente como la kinky rave, está dedicado entre otras cosas al sexo masoquista y fetichista y a la dominación.
Como era de esperar, un acontecimiento de dichas características despierta las suspicacias de los sectores más conservadores. Y lo cierto es que los detractores de este evento han encontrado su oportunidad para atacarlo servida en bandeja de plata. Porque la policía ha encontrado en las instalaciones del festival a un hombre muerto en extrañas circunstancias.
El fallecido estaba practicando sexo con una mujer que fue hallada inconsciente. Lo cierto es que aún no se sabe con certeza que ocurrió, aunque la policía baraja como principal hipótesis que hubieran consumido algún tipo de droga. Pero tampoco se descarta que pudieran haber sido consecuencia de alguna práctica sadomasoquista.
El sexo masoquista engloba diversas prácticas, y la mayoría de ellas no tienen porque implicar riesgo para la vida de las personas. Pero si existe alguna que puede resultar excesivamente peligrosa, especialmente la llamada asfixia erótica. Consiste en cubrir la cabeza de la persona una bolsa de plástico o látex, en la creencia de que la falta de oxígeno hace aumentar la intensidad del orgasmo. El actor David Carradine presuntamente falleció de esta forma.
Resulta difícil establecer cuantas muertes se producen al año en todo el mundo por este tipo de prácticas eróticas. Estados Unidos es de los pocos países que tienen estadísticas fiables al respecto, y apuntan a una media de mil muertes anuales (que no parece una cifra muy elevada) por causas como la asfixia erótica, la electrocución para obtener placer, o por hemorragias producidas al introducirse objetos en el cuerpo.
Vicente Fernández López