El primer Papa y uno de los 12 apóstoles de Jesucristo, San Pedro (Simón Pedro) podría haber dejado un legado en forma de huesos en Roma y no haber sido descubierto hasta ahora.

Unas obras rutinarias de restauración en la Iglesia de Santa Maria in Capella, de unos 1.000 años de antigüedad, han sido el punto de origen de esta historia. Al parecer, este templo medieval tiene unos graves problemas estructurales, de hecho, el Altar Mayor está cerrado al público por precaución. Fue allí, donde un obrero encontró dos urnas de barro que indicaban que contenían no solo los huesos de San Pedro, sino de otros 3 primeros Papas (Cornelio, Calixto y Félix) y de cuatro mártires cristianos.

El hecho de que parte de los restos de San Pedro andaban perdidos por algún punto de Roma era algo bien conocido por todos el pueblo, pero nunca se supo su ubicación original. Ahora será el Vaticano quien determine si estos huesos son realmente los del apóstol, ya que hasta el momento, las verdaderas reliquias del que también fuera el primer Obispo de Roma, son las que se veneran en la Basílica que lleva su nombre, también en el Vaticano.

PRIMEROS HUESOS DE SAN PEDRO

La Iglesia ya tardó en ubicar exactamente los restos de San Pedro en su momento. Fue en 1940 cuando el Papa Pío XII promovió una gran excavación arqueológica en el subsuelo de la Basílica de San Pedro, donde se creía que podrían estar los restos del apóstol. Unos trabajos que se alargaron hasta los tiempos del Papa Pablo VI.

Entre los innumerables panteones de familias romanas había uno que llamó la atención, estaba vacío y en él se podía leer “Aquí está Pedro”. Sobre este monumento se halló una urna en la que había varios restos óseos envueltos en un paño púrpura (color de los mártires cristianos) y que podrían pertenecer a San Pedro, ya que él murió martirizado en el año 67 d.C. A pesar de la seguridad de la Iglesia al afirmar que pertenecían al primer Papa, no era una información 100% segura, pero lo que sí se demostró es que pertenecían a un hombre de las mismas características que el apóstol y que vivió en el primer siglo.

La posibilidad de que sus restos estén repartidos en varios puntos de la ciudad, no es una locura, porque era vox populi que todavía podrían quedar algunos en otros templos de la ciudad. Pero no será hasta que el Vaticano se pronuncie cuando podamos afirmar su procedencia.

Fuente: KCRA | ACIPrensa

Alberto Pascual García