Actualmente, la Bahía de Pegwell es una de las principales reservas naturales de gran bretaña. Y, ahora, los hallazgos realizados por un equipo de arqueólogos de la Universidad de Leicester revelan que ese fue precisamente el lugar en el que Julio César inició en el años 55 adC, la invasión de Britania.
Los investigadores han encontrado los restos de un fuerte romano y diversas armas, cuya antigüedad apunta a que ese fue el lugar en el que las naves de César desembarcaron e instalaron la primera base para tratar de iniciar la conquista de las islas británicas.
Durante la campaña de las Galias y, tras obtener evidencias de que sus enemigos recibían apoyo y refuerzos de las islas británicas, Julio César inició los preparativos para intentar su conquista. Con esa misión envió al tribuno Cayo Voluseno. Pero, a los cinco días de su llegada decidió retirarse por miedo a la superioridad numérica de los bárbaros.
Un año después, fue el propio César quien encabezo una expedición militar contra las islas. Su intención inicial era desembarcar en Dover, pero la fuerte resistencia encontrada le hizo desistir e iniciar la invasión en otro punto de la costa, desconocido hasta ahora. Pero los nuevos descubrimientos revelan que dicho sitio fue con toda probabilidad la Bahía de Pegwell.
La campaña se saldó colocando en el trono de los britanos a un jefe guerrero aliado llamado Mandubracio, aunque los romanos no se quedaron en el territorio. Hubo que esperar hasta el año 43 de nuestra era para que el emperador Claudio iniciara una larga campaña militar que le llevó a apoderarse de gran parte de la isla, aunque fracasó en su intento por conquistar la actual Escocia.
Vicente Fernández López