Tal y como informa The New York Times, el Pentágono se gastó entre 2008 y 2011 más de 22 millones de dólares, en un programa llamado Advanced Aerospace Threat Identification Program, dedicado a investigar en el fenómeno OVNI. Pero esta iniciativa podría haber sido, en el fondo, la tapadera de un caso de presunto trato de favor.
Dicho programa fue puesto en marcha a iniciativa de Harry Reid, senador demócrata del estado de Nevada. El problema es que la mayor parte de ese dinero fue a parar manos de una compañía aeroespacial fundada por Robert Bigelow, un multimillonario convencido de la existencia de vida alienígena, y que anteriormente había donado sumas de dinero a la campaña del senador.
Sea como sea, lo cierto es que el programa investigó varios sucesos relacionados con el fenómeno ufológico, entre ellos la persecución que dos cazas del portaaviones Nimitz realizaron en 2014 en la Costa de California, a un objeto volador no identificado del tamaño de un avión comercial. Pero, en 2011, el Pentágono decidió clausurarlo tras no obtener resultados interesantes.
Pero, aunque como ya hemos dicho, en este caso parece haber algunos puntos oscuros respecto a la adjudicación del dinero, lo cierto es que no sería la primera vez que las autoridades estadounidenses se toman en serio la investigación del fenómeno OVNI. El proyecto más ambicioso fue el bautizado como Libro Azul, llevado a cabo por las fuerzas aéreas entre 1951 y 1969. Se analizaron casi dos mil casos de supuestos avistamientos, y las conclusiones revelaron que aproximadamente unos 700 podían considerarse como fraudes, y que la mayoría de ellos eran malinterpretaciones de fenómenos perfectamente explicables por causas naturales.
Vicente Fernández López