Kim Jong-un y Donald Trump han vuelto a enfrascarse en otra de sus habituales (y peligrosas) polémicas. El líder norcoreano ha dicho que su botón nuclear está sobre la mesa de su despacho, listo para ser activado en cualquier momento. Y el presidente estadoundiense ha respondido con su habitual chulería diciendo que su botón es más grande y poderoso. Pero, ¿realmente existen esos botones?
En el caso norcoreano lo desconocemos. Pero sobre la mesa del despacho oval de la Casa Blanca, si que hay un botón de color rojo. Aunque en realidad no sirve para ordenar un ataque nuclear, sino que su función es avisar a la secretaria de la sala de al lado. De hecho, Trump ha dicho en alguna ocasión que lo utiliza principalmente para pedir coca-colas.
Para encontrar el dispositivo que ordena un ataque atómico, hay que fijarse en un oficial que acompaña siempre al presidente estadounidense en sus viajes, y que porta un maletín negro del que no se separa nunca. Esa preciada valija es conocida por diversos apodos, entre ellos «el balón de fútbol» y «la caja negra», y en su interior se encuentran los llamados «códigos de oro», que es el nombre con el que se conoce al protocolo para organizar un ataque atómico.
Dichos códigos son números secretos que permiten autentificar la identidad del presidente. Junto a ellos hay dos libros. Uno contiene una lista de los bunkers en los que puede refugiarse el mandatario, y el otro una lista detallada de los diferentes tipos de ataques que pueden realizarse.
Existen dos copias de todo ese material. Una que se custodia siempre en la propia Casa Blanca, y otra que es la que va en el maletín cuando el presidente sale de viaje. Este protocolo fue ideado por el presidente Eisenhover, pero no comenzó a usarse hasta el mandato de Kennedy, a raíz de la crisis de los misiles de Cuba.
Vicente Fernández López