La momia de esta mujer fue encontrada en 1975, enterrada bajo el altar de la iglesia de Barfüsser, en la región suiza de Basilea. Pero, ahora, un equipo de investigadores del Museo de Historia Natural de Basilea, ha realizado unos análisis genéticos a estos restos humanos, y han descubierto que se trata de una antepasada de Boris Johnson, el ministro de Asuntos Exteriores británico.
Las pruebas realizadas revelaron que la mujer era Anna Catherina Bischoff, miembro de una acaudalada familia, que falleció en 1787. Pero se da el caso de que, cinco generaciones después, una de sus descendientes, Yvonne, se casó con el abuelo de Boris Johnson. Al ministro le ha encantado este descubrimiento, y se refiere a la mujer como su «tatara-momia».
Los análisis también han encontrado en la momia abundantes restos de arsénico, una sustancia que solía emplearse como tratamiento habitual para la sífilis, lo que hace pensar que la mujer pudo padecer y fallecer a causa de esta terrible enfermedad.
Vicente Fernández López