Amelia Earhart fue una mujer estadounidense pionera de la aviación, que desapareció misteriosamente en 1937 mientras intentaba dar la vuelta al mundo. Su pista se perdió definitivamente tras despegar de Papua Nueva Guinea. Pero en 1940 aparecieron unos restos humanos en una isla del Pacífico llamada Nikumaroro y se especuló con qué podían ser suyos. Aunque los análisis realizados en 1941 certificaron que pertenecían a un hombre.
Pero, ahora, Richard Jantz, un antropólogo de la Universidad de Tennessee, asegura que aquel resultado puede ser erróneo. Según el especialista, las técnicas forenses de la época no estaban tan avanzadas como las actuales y eran poco fiables a la hora de establecer el sexo de unos restos humanos.
Desafortunadamente, aquellos huesos encontrados en la isla ya no se conservan, así que es imposible someterlos a un nuevo análisis. Pero el investigador ha comparado los datos aportados por aquel estudio con las características físicas de Amelia y las de otras 2.800 personas y asegura que hay más semejanza con la aviadora que con el 95% de las personas utilizadas en la muestra.
Por supuesto, este indicio no confirma que los restos pertenecieran efectivamente a ella, pero indican que hay una alta probabilidad de que así sea.
Vicente Fernández López
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