Los grandes centros financieros del mundo (Manhattan, Hong Kong, Singapur…) están plagados de rascacielos. Y ese dato aparentemente intrascendente podría ayudar a entender la causa de que en el mundo financiero las cosas sean tan inestables, y se tomen en ocasiones riesgos que parecen excesivos. Y es que un nuevo estudio realizado por la Universidad de Miami revela que las alturas nos hacen sentirnos más poderosos y, por tanto, más propensos y confiados a tomar decisiones que impliquen grandes riesgos.
Los investigadores realizaron un primer análisis en el que estudiaron alrededor de 3.000 fondos de inversión, y comprobaron que el nivel de volatilidad de los mismos era mayor conforme más alta era la planta del rascacielos en la que se encontraba la sede de la compañía.
En un segundo experimento, reunieron a un grupo de profesionales y les hicieron tomar decisiones en diversas situaciones: encontrándose en los pisos más bajos del edificio, en los superiores, o subiendo y bajando en un ascensor. Y el resultado fue el esperado. Los voluntarios se mostraban más conservadores conforme se encontraban más cerca del nivel del suelo, pero tomaban decisiones más arriesgadas conforme ascendían en altura. Y esa atracción por el riesgo se acrecentaba de forma espectacular a partir de la planta 72.
Pero, curiosamente, este fenómenos no solo afectaba a los ejecutivos y financieros, sino también a otros profesionales como los médicos, que se mostraban más propensos a utilizar terapias alternativas conforme ascendían en altura
¿Conclusiones? Dado que en España no hay tantos rascacielos que tengan más de 72 plantas, se supone que nuestros profesionales serán más cautos que los de, por ejemplo, Hong Kong. ¿O tal vez no?
Fuente. IFL Science.
Vicente Fernández López