La ley, llamada ius osculi,daba derecho al marido a que le besara en la boca, e incluso extendía este derecho a los parientes de él. El motivo no era lujurioso: la idea era permitir al hombre de la casa controlar si la mujer había bebido alcohol, una conducta que estaba ligada al adulterio en la mentalidad de la época.
Redacción QUO