Hasta la fecha, todos los indicios sugerían que la caza de ballenas en la peníndula ibérica comenzó en torno al medievo en el País Vasco. Pero un nuevo estudio realizado por un equipo del Functional and Evolutionary Ecology Centre, CEFE, de Francia, revela que los romanos también pudieron hacerlo.
Los investigadores han encontrado huesos de ballenas en factorías que usaban los romanos para procesar el pescado, situadas en Cádiez, Ceuta y Marruecos. Lo que indica que tal vez pudieron cazar ballenas en la zona del estrecho de Gibraltar. Concretamente, los huesos pertenecen a las especies de ballena franca glacial y ballena gris, las cuales pueden acercarse bastante a las costas.
Los investigadores explican que los romanos no poseían la técnica adecuada para cazar a las grandes especies de ballenas que viven en el Mediterráneo, pero que tal vez pudieron atreverse con las que se acercaban más a la costa. Por otra parte, el descubrimiento de estos huesos revela que estas dos especies de ballenas si se habían adentrado en el pasado en el Mediterráneo, algo que hasta ahora no se consideraba posible. Se restringía su presencia en aguas hispánicas a las zonas del Atlántico y del Cantábrico.
De todas formas, la hipótesis de que los romanos podían haber cazado ballenas sigue siendo solo eso, una hipótesis. No existen ningún testimonio escrito que así lo indique. Tan solo el hallazgo de estos huesos. Y no puede descartarse que los romanos las hubieran capturado una vez muertas, ya que los cadáveres de las ballenas grises flotan en lugar de hundirse al fondo.
Fuente: The Guardian.
Vicente Fernández López