Fue en la década de 1960 cuando comenzaron a popularizarse las técnicas para estudiar dormido. Proponen que, en teoría, nuestro cerebro es capaz de asimilar conocimientos si escuchamos una cinta magnetofónica mientras dormimos. Pero, ¿hay algo de verdad en ello?
Algunos estudios habían revelado que tanto humanos como animales somos capaces de realizar asociaciones muy básicas (como las relacionadas con la respuesta refleja a un estímulo) durante el sueño. Pero no estaba nada claro que esa capacidad pudiera servir para realizar un tipo de aprendizaje más complejo.
Para intentar averiguarlo, un equipo de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad Libre de Bruselas realizó un experimento en el que hicieron que varios voluntarios escucharan mientras dormían una serie de sonidos relacionados entre sí.
Las pruebas revelaron que el cerebro de los voluntarios era capaz de captar los sonidos de forma aislada durante el sueño, pero a la vez era incapaz de establecer ningún tipo de conexión o relación compleja entre ellos.
Fuente: ScienceDaily.
Vicente Fernández López