Las mejores cosas de la vida son sucias.” Lo decía Lee Marvin en La leyenda de la ciudad sin nombre, y seguro que los protagonistas de estas fotos le darían la razón. El barro ensucia, y eso lo sabe cualquier madre cuando mete en la lavadora la ropa de su niño después de un día de excursión. Pero también es divertido y tiene, al parecer, propiedades saludables y hasta curativas.

Las primeras referencias a los beneficios del lodo sobre la salud las encontramos en los escritos de Hipócrates (460-337 a. C.), uno de los padres de la medicina. Desde entonces, hay pruebas de que muchas culturas han utilizado la lodoterapia contra dolencias relacionadas con los sistemas óseo y nervioso.

Actualmente, algunos terapeutas reconocen las ventajas de “un baño” de barro. Su poder benéfico quizá resida en las sales minerales del cieno, sobre todo si es de origen marino.

Pero el barro también es sinónimo de diversión, y no solo para los niños. Este año, por ejemplo, se celebraron en Alemania los primeros Juegos Olímpicos del Lodo, en el que se disputaron las disciplinas deportivas en un mar de cieno. Lo importante no era ganar, sino reírse y ensuciarse.

Aunque a veces también hay que tener cuidado. Y si no, que se lo pregunten a Mike Dirnt, bajista de Green Day. Durante el concierto homenaje celebrado en Woodstock en 1994, llovió tanto que aquello se convirtió en un lodazal. El rockero, totalmente embarrado, corrió hacia el escenario, pero un guardia le cerró el paso sin reconocerle. “¿Adónde te crees que vas, listillo?”, le dijo. “Arriba, soy uno de los músicos”, respondió Mike. “Eso ya lo he oído antes”, añadió el guardia antes de darle un puñetazo.

¡Dios salve a la reina!

Esta buena mujer es Barbara Bailey, Redneck Queen (reina paleta) de las fiestas patronales del estado sureño de Georgia (ya sabes, el del Ku Klux Klan). La soberana celebró el inicio de su reinado lanzándose de panza a una porqueriza embarrada. Helen Mirren nunca lo habría hecho.

Rebeldes al desnudo

Zabriskie Point es un lugar del desierto de California donde cada año se reúnen cientos de jóvenes que añoran el modo de vida hippy. Se desnudan y cubren sus cuerpos con pintura o barro seco, para mostrar su repulsa a la sociedad burguesa.

Procesión del barro

Cada 24 de junio, los fieles de la ciudad filipina de Bibiclat salen en procesión cubiertos de fango y hojas de plátano, y ruegan a san Juan Bautista que proteja sus cosechas.

La hora de la tertulia

Como en las viejas termas romanas o en los baños turcos, estos embarrados coreanos aprovechan el festival de Boryeong para conversar distendidamente sobre sus vidas cotidianas y hacer nuevas amistades.

Enmascarado

Pese a su aspecto feroz, se trata de un bañista que disfruta del cieno del lago ruso de Jakasia. Dicen que tiene la misma composición que el fango del mar Muerto, y que es bueno para las enfermedades cardiovasculares.

Festival del lodo

Se celebra desde hace 12 años en la ciudad de Boryeong, Corea del Sur, y atrae a cientos de turistas deseosos de participar en este festejo, que incluye barro de colores con propiedades saludables.

La fiesta del monzón

No es una película de Bollywood, sino un festival infantil que se celebra en Arizona. Los niños se deslizan por toboganes gigantes hasta caer en estanques de agua o fango.

¡Señor, si señor!

El entrenamiento militar no conoce límites. Este soldado de los comandos nicaragüenses aprende a moverse en el lodo, algo que será habitual cuando tenga que operar en la jungla.

El dolor del fiel

Un peregrino haitiano cae abatido por el agotamiento en una ciénaga. Se dirigía a la parroquia del apóstol Santiago, edificada en el sitio donde se rendía culto  a Lwa Ogou, dios de la guerra que inspiró la rebelión de los esclavos.

Son como niños

El barro tiene la facultad de desinhibir a la gente. Como les sucede a estos turistas, enfrascados en una desatada melé en el festival coreano de Boryeong.

El reposo del hooligan

No todo en la vida son pintas. Justin Betteridge es un inglés que viajó hasta Boryeong para disfrutar de un baño de lodo. El cieno de esta localidad coreana se acumula a lo largo de
137 km de costa.

Como te vea tu madre…

Seguro que a millones de niños les gustaría vivir en Livonia, Michigan (EEUU), ya que allí se celebra “El Día del Barro”. Los críos menores de doce años pueden bañarse en una charca hecha con 200 toneladas de tierra y 20.000 litros de agua.