En 1926 el Ejército norteamericano propuso a la empresa de óptica militar Baush & Lomb crear unas gafas que protegiesen a los pilotos de los rayos solares. Además de dañarles la vista, el sol les deslumbraba al hacer maniobras bruscas. Así nacieron las gafas Ray-Ban (ray banner, barrera contra los rayos de sol), que llegaron a formar parte del vestuario oficial de la aviación estadounidense. El 7 de mayo de 1937 se autorizó la venta comercial al público del modelo conocido como Aviador, con un peso de 150 gramos, montura metálica dorada y vidrios verdosos. Las gafas se convirtió en un modelo de autoridad ya que fueron adoptadas por varios cuerpos de policía, sobre todo, para proteger a los motoristas, y en un icono militar. El mismo general MacArthur pronunció en las Islas Filipinas en 1942 la frase «I´ll be back» (volveré) ataviado con unas ray-ban.

En pocos años la población civil se apropió del modelo, que saltó a las pantallas de cine. Se convirtió en un signo de rebeldía: todos recordamos a James Dean asociado a unas gafas ray-ban.

Redacción QUO