Howard Schatz convierte a la mujer embarazada en una escultura. Sin necesidad de cincel, simplemente con una cámara y la iluminación adecuada. Este oftalmólogo especializado en afecciones poco comunes dejó la consulta para entregarse por completo a una pasión que había ido perfeccionando durante años: la fotografía. Tras exponer en prestigiosas salas y museos, y publicar varios libros, entrega su nueva obra, dedicada a ensalzar la belleza de un cuerpo que alberga a otro. En una entrevista telefónica explicó a Quo el cómo y porqué de estas imágenes únicas, que acompañamos de sus declaraciones.
“Mi interés por las embarazadas como motivo artístico nació en mi primer año de residencia como médico. Aunque después me especialicé en Oftalmología, seguí fotografiándolas, sin saber muy bien qué buscaba, y no lo encontré hasta que empecé a retratar a mujeres en las últimas semanas de gestación. Ahí comencé a explorar. Lo que me fascina es la escultura, la forma que adquiere el cuerpo, las líneas, las curvas.”
”Mi principal objetivo es sorprenderme y divertirme; por eso me gusta experimentar, dentro de lo que permite una sesión con una mujer embarazada, que no puede posar todo el día. Los resultados han sido inesperados muchas veces, y algunas de las mejores imágenes las obtuve de quienes menos lo esperaba.”
“Siempre pedía a las personas que fotografiaba que volvieran después del parto, cuando les apeteciera. Tengo hijos y sé que los padres y madres se enamoran de su recién nacido. En esa sesión pedía a las mujeres que se abandonaran a ese enamoramiento. Yo me encargaría de las fotos. Conseguí tomas muy hermosas y emotivas, pero en el libro las he editado a un tamaño más pequeño, porque artísticamente no me interesan tanto.”
“Muchas de las modelos son bailarinas. Fue magnífico trabajar con ellas, porque tienen una gran creatividad y me mostraban cosas que no habría podido imaginar.”
”Comencé el proyecto en California y luego me trasladé a Nueva York. Al principio contactamos por medio de ginecólogos y enfermeras; después, hablamos con una agencia de modelos especializada. Pero la mayoría son mujeres normales que acudieron gracias al boca a boca. No se les pagaba con dinero, sino con las fotos y la experiencia de hacerlas.”
”En mi búsqueda de formas he probado de todo. Poco a poco fui siendo cada vez más osado con la iluminación, y también en el uso de materiales para recubrir la piel. Le explico a cada una que vamos a probar, a hacer algo original, único y magnífico, que por supuesto no le causará ningún daño.”
“En ángulo recto respecto a la cámara, con el ombligo hacia la derecha, la izquierda, abajo o arriba. Así es como coloco a la modelo para que su estado se muestre en todo su esplendor. Si la fotografiara de espaldas, no se apreciaría en absoluto. Es una de las cosas que he aprendido sobre el cuerpo humano haciendo estas fotos. También que cuanto más alta es la mujer menos prominente se muestra su abdomen. El embarazo destaca al máximo en mujeres de 1,5 m de altura.”
“Llevo 20 años fotografiando anualmente a varios niños cuyas madres posaron embarazas para mí. Les pido que traigan la ropa de su actividad favorita y que rellenen un cuestionario sobre su vida. Guardo las respuestas, sin mirarlas, en una cápsula del tiempo que se abrirá cuando sean mayores de edad. Así voy reuniendo material para una próxima obra: Growing Up (crecer).”