La historia está llena de ejemplos de amistad entre personalidades de ambos sexos. Algunas de ellas se basaban en la admiración profesional, como la que unió a Charles Dickens con la escritora Elizabeth Gaskell. Él la llamaba “mi pequeña Scherezade”, y estuvo invitado en su casa en muchas ocasiones.

Y en la correspondencia entre ambos abundan las referencias a sus cónyuges: “Salude al señor Gaskell”, “Mi afecto para la señora Dickens”… Aunque en otros casos estas relaciones han estado teñidas con un matiz amoroso, aunque fuera platónico. Es lo que le ocurrió a Benito Pérez Galdós con la actriz María Guerrero.

Su relación se inició por motivos profesionales, pero él siempre trató de ser una presencia importante en su vida. Aunque, cuando ella se casó, el esposo, intuyendo los sentimientos de Galdós, prohibió a su mujer volver a verle. Y hay muchas historias similares, como las que siguen.

Woody Allen y Scarlett Johansson

No solo han trabajado juntos dos veces, sino que además quedan para ir al béisbol y ver películas de Bergman.

Colette y Gabriele D’Annunzio

Ambos literatos eran dos reconocidos libertinos. Pese a ello, aunque fueron grandes amigos, jamás tuvieron relaciones
sexuales.

Spencer Tracy y Liz Taylor

Él era 32 años mayor que ella. Se conocieron en el rodaje de El padre de la novia y se cayeron bien al momento. Tanto que él fue su padrino en la boda de ella con Nick Hilton. La que nunca vio con buenos ojos esa relación fue la pareja del actor, Katharine Hepburn.

La reina Victoria y John Brown

Tras la muerte de su esposo, la soberana británica encontró en su palafrenero escocés a un alma gemela con quien compartir horas de conversación. Las cartas que le enviaba las firmaba: “Tu fiel amiga, la reina”.