“De pequeño no me dejaban jugar al fútbol”
Víctor Ullate, bailarín y coreógrafo.
Recuerda que su madre le prohibía jugar a la pelota porque “hijo, te puedes romper cualquier cosa”. Hoy, este bailarín, maestro de artistas como Tamara Rojo, Ángel Corella e Igor Yebra, analiza para QUO desde el hospital las similitudes y diferencias entre la danza y el fútbol: hace apenas 24 horas ha sido sometido a una intervención quirúrgica.
– 1. El cuerpo
El del bailarín tiene que tener una musculatura más alargada que el del futbolista, que trabaja mucho sus piernas y poco su parte de arriba. En la danza, sin embargo, es necesario desarrollar tanto los brazos como las extremidades inferiores porque hay que tener fuerza en la espalda, en el abdomen y en los biceps para, por ejemplo, elevar a una bailarina.
– 2. Lesiones
En el fútbol y en el baile son frecuentes la roturas de ligamentos cruzados. En el estadio hay muchas caídas fuertes. También en el escenario algunos movimientos pueden derivar en lesión.
– 3. Entrenamientos
Los ensayos de los bailarines son muy superiores a los de un jugador. El fútbol es un deporte, el ballet es “interpretar el deporte, transmitir lo que sientes”
– 4. Dirección de un equipo de fútbol y una compañía de baile
Todo requiere su inteligencia. No es fácil dirigir porque se trata de un grupo de personas, cada una con su ego. Hay que ser un poco psicólogo para cualquier trabajo de este tipo. Saber muy bien manejar a la gente. Que haya sido un buen bailarín o un buen futbolista no quiere decir que tenga capacidad de dirección.
“Cuando jugaba el Dépor, daba vueltas al Bernabéu tocando la gaita”
Joaquín Casariego. Director de la Plataforma Española de Ensayos Clínicos. Seguidor del Depor
El fútbol es un laboratorio de pruebas perfecto para analizar el comportamiento humano. Hay metas, una economía y grupos que se organizan, al igual que en la empresa. Yo, por ejemplo, soy del Depor. Estaba en segunda B y, de pronto, compraron tres jugadores y construyeron un equipo de alto rendimiento, con gente que no era excepcional, pero bien situada. La inteligencia de eso es impactante.
Mi padre, mis primos y yo seguíamos al equipo por todas partes. Teníamos una furgoneta pintada con la bandera de Galicia. Le hizo un techo practicable y nos íbamos al Bernabéu. Dos horas antes del partido, yo sacaba la cabeza por el techo y tocaba la gaita mientras dábamos vueltas y vueltas alrededor del estadio. Era aberrante.
“Dejé de ir a una boda por ver un partido”
Juan Manuel Lumbreras, Presidente de Chevrolet y seguidor del Atlético de Madrid
¿Qué se siente al sostener la Copa del Mundo?
Emoción y orgullo. En el planeta hay 7.000 millones de habitantes y a muchos de ellos les habría gustado tener ese trofeo entre las manos.
¿Como seguidor del Atlético, le satisface que el Madrid pierda?
Cuando son partidos nacionales, quiero que gane el Atlético. Si es internacional, deseo la victoria para el equipo español, sea el que sea. Eleva el valor de la marca España.
¿Discute por el fútbol?
Es una de las mayores fuentes de conflicto marital. Los fines de semana veo tres partidos diarios.
¿Qué ha llegado a hacer por su equipo?
Dejé de ir a una boda por un partido. Es de esas veces que lo ves venir y, efectivamente, coincidió. Lo planifiqué todo y llamé el mismo día que se celebraba la ceremonia diciendo que mi mujer estaba muy mal, víctima de un cólico intensísimo.
“Messi, la potencia de un turbo”
Raoul Picello, director general de KIA. Seguidor de La Roma
No puede negar su entusiasmo por La Roma, pero sigue al Barça y al Atlético de Madrid. Le habría gustado ser futbolista, pero una lesión y “una capacidad discutible” le alejaron del mundo deportivo. Este romano “blogger principiante”, como se describe a sí mismo, cocinero y aficionado a los coches y las motos, asocia partes de un automóvil con futbolistas de élite:
• Francesco Totti. Volante
• Fabio Cannavaro. Paragolpes
• Óscar de Marcos. Motor
• Lionel Messi. Turbo
• Xavi Hernández. Navegador
• Hans-Peter Briegel. Neumáticos de nieve
• Luis Miguel Arconada. Puertas
• John Terry. Asientos reclinados totalmente
• Carles Puyol. Maletero
• Eric Cantona. Defensa de 4×4
• Sergio Busquets. Centralita
“Los partidos, como las batallas, se ganan antes de salir”
Juan Ramón Lucas, Periodista y atlético
¿Cuál ha sido tu relación vital con el fútbol?
Desde pequeño soy atlético. Me ponía la camiseta cuando jugaba en mi barrio, y aunque era muy malo, la rojiblanca me daba suerte. Lo sorprendente es que mi padre y mi hermano eran, y son, muy madridistas. ¿Una especie de gesto de rebeldía infantil?
¿Quiénes alinearías en el equipo de los jugadores más inteligentes de la historia?
Si inteligencia es capacidad de controlar el juego y convertir la concentración en arte futbolístico, creo que Messi es inmejorable. Maradona y Pelé también tienen una inteligencia sublime. Si te refieres a que, además de jugar, sean capaces de explicarse y conversar, pienso en alguien como Cruyff, Xavi, Casillas, Ufarte y Gárate.
¿Dónde dirías que reside el cerebro del fútbol?
En la estrategia que ha de crear e impulsar un entrenador inteligente que sepa de fútbol, lo cual es un bien escaso en estos tiempos. Creo que los entrenadores no solo tienen que ser experimentados futbolistas, sino tener la capacidad de ser estrategas casi militares. Los partidos, como las batallas, hay que llevarlos ganados antes de salir.
“No me importaría hacer un montón de esfuerzos por la Real Sociedad”
Martín Berasategui, Cocinero, seguidor de la Real Sociedad
¿Para quién la estrella Michelin del fútbol?
Para Vicente del Bosque.
Si entrenara a un equipo de fútbol formado por cocineros, ¿cuál sería el mejor capitán?
Ferran Adrià, sin duda.
¿Qué haría si el Athletic le reservara mesa?
Lo hacen a menudo. Son supermajos. Es una maravilla cómo están jugando. Van en busca de algo importante en el mundo del fútbol. Tienen mérito.
Si tuviera un hijo, ¿qué preferiría que fuera, cocinero o futbolista?
Que fuera igual de feliz que su padre. Xabi Alonso, por ejemplo, también es un tío que disfruta haciendo lo suyo, un intelectual del fútbol. Vive su profesión como yo la mía. Hay que superarse.
¿Qué sería capaz de hacer por la Real?
Soy un gran forofo de la Real y disfruto con el deporte. La gente se lo pasa bien y se entretiene. No tienen tiempo de pensar en cosas malas que hay en la calle. No me importaría por la Real hacer un montón de esfuerzos, incluso dejar ocasionalmente las croquetas y la tortilla que tanto me gustan.
Me divertía el dúo Guardiola-Mourinho
Ana María Moix. Escritora y culé empedernida
¿Cómo nació tu afición por el fútbol?
De niña, para llevar la contraria a mi padre, decía que era del Real Madrid. Después iba a menudo al Camp Nou con mis padres. Ahora soy muy aficionada, pero no me gusta ir al campo; el público del Camp Nou es muy neurótico y abuchea al equipo. Yo siempre digo que el Barça es un equipo maníaco depresivo. Un día está comiéndose el mundo, pero pierde un partido y ya está por los suelos. Aunque eso ha cambiado con Guardiola.
¿Qué opinas de su marcha?
Yo entiendo que se haya ido. Cuando era jugador se fue silbado, sin homenaje y sin nada. Ahora mucho Guardiola, pero él ha debido pensar que no le vuelve a pasar lo mismo. A mí me da pena porque me divertía el dúo que hacía con Mourinho.
¿El fútbol es inteligente?
Según mi amiga la psiquiatra Rosa Sender, los futbolistas tienen una inteligencia espacial y de toma de decisiones superior a la media.
“Átomos y prejuicios”
Javier Sardá. Periodista, showman y escritor. Culé
Da igual la edad que tenga uno. No es cierto que con los años se aterrice en el escepticismo. Sigo soñando con una sociedad que deposite en el futbol su componente irracional, pero que no mezcle la irracionalidad con sus supuestos “criterios” personales.
Einstein dijo que es más difícil destruir un prejuicio que un átomo. Cierto. Personalmente, me permito mi dosis de pasión en el futbol y la disfruto. Me niego, sin embargo, a que ese “juego” de subjetividades se traslade a mis opiniones personales.
Soy culé, y por lo tanto, considero el Real Madrid como un rival a batir. Cuando se inicia un partido, me dejo llevar por el padecimiento, la vehemencia y la predilección. Y punto. Cuando acaba, hay que volver a la realidad, y la gente de Madrid deja de ser para mí el espectro de animadversiones y prejuicios. Nada más parecido a los padres con sus hijos en el Bernabéu que los padres con sus hijos en el Camp Nou. ¿Ingenuo? Seguramente, pero ingenuo vocacional y consciente.
“El Real Madrid no es el rival, es el enemigo”
Juan Luis Cano, Gomaespuma. Forofo del Atlético de Madrid
¿Qué es para ti el éxtasis en el fútbol?
Que gane el Atleti y pierda el Madrid. No hay nada como eso. El Madrid no es el rival, es el enemigo.
¿Por qué te has mantenido fiel a tu equipo?
Los del Atleti somos gente a la que nos gusta la vida como es. La existencia de todos es casi igual. Tenemos algunas alegrías –pocas, no demasiadas– de vez en cuando un disgusto, muchos “uy”, bastantes “casis”, sufrimos alguna injusticia… Los del Atleti nos identificamos con un equipo que encarna la vida. ¿Qué le pasa a los del Madrid? Compran un ticket para Disneylandia y durante 90’ disfrutan de Pluto, Mickey, de los Golfos Apandadores… Pero el ticket se acaba y cuando salen a la calle son del Atleti, en su vida lo son.
Una situación difícil por culpa del fútbol.
Tuve una gran bronca marital por un partido entre el Atleti y el Real Madrid. El Madrid iba ganando 1-0. En el último minuto marcó un gol Albertini. Me fui hacia mi mujer, me arrodillé delante de ella, le hice un corte de mangas espectacular y le dije “Toma, para el Madrid”. Estuvo una semana sin hablarme.
“Ha habido trasplantados de riñón que han vuelto al fútbol”
Rafael Matesanz, director del Centro Nacional de Trasplantes
No hay ninguna contraindicación que impida que una persona trasplantada haga deporte. Todo lo contrario. Sobre todo, teniendo en cuenta que la medicación que toman estos pacientes, los inmunodepresores contra el rechazo, tiene efectos secundarios como la posibilidad de desarrollar obesidad, diabetes… Por ello, ejercitarse va muy bien. La enfermedad no es el trasplante, es el proceso que ha llevado a necesitarlo.
Otra cosa es el deporte de competición. Ahí hay que tener en cuenta cómo queda el trasplantado. A partir de seis meses o un año, el paciente puede no haber experimentado complicaciones. Si ese es el caso, no habría una contraindicación formal para que no hiciera deporte profesional, pero dependiendo de cuál.
Un trasplantado puede hacer una vida cercana a la normal, pero no hay que olvidar que es un enfermo crónico.
También depende de que sea una actividad de contacto o no. Uno puede correr y nadar… Hay otros juegos que son de choque. El fútbol es uno de ellos. Pero bueno, ha habido casos de trasplantados de riñón que han jugado al fútbol profesional. El delantero germano-croata Ivan Klasnic es uno de ellos.
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