Estrellas ‘made in Spain’

Recibió su placa en 2010, coincidiendo con la ceremonia
que celebraba el 50º aniversario del Paseo de la Fama.

Nació en Madrid en 1887, emigró con sus padres a EE UU cuando solo tenía quince años. En 1913 comenzó a trabajar como extra en el cine, y muy pronto comenzó a hacerse popular gracias a su racial atractivo que le ayudó a triunfar como galán latino. Trabajó junto a grandes estrellas femeninas, como Greta Garbo o Gloria Swanson, aunque su popularidad decayó con la llegada dle sonoro debido a su fuerte acento español. Pero siguió trabajando hasta su muerte en 1967, apareciendo en filems como Centauros del desierto (1956) de John Ford.

Su nombre pasó a formar parte del elenco del Paseo de la Fama en 1985, cuando se encontraba en el mejor momento de su carrera. El cantante había iniciado su aventura americana en 1983, publicando su primer album en inglés titulado 1100 Bel Air Place, que llegó a ser disco de platino.

Una de las personalidades más enigmáticas del Hollywood clásico. Fue criado en distintas instituciones de beneficiencia, ya que era huérfano. Siempre confesó que no estaba seguro del lugar de su nacimiento, aunque sus primeros recuerdos de nacimientoi los tenía de España. Fue muy popular en la televisión americano por protagonizar la serie The Cisco Kid, donde interpretaba al único héroe del oeste que nunca mató a madie.

Músico nacido en Valencia en 1895. Tras triunfar en España y Francia llegó a EE UU en 1929, donde fue contratado como director de la Filarmónica de Nueva York. En 1932 fue fichado por la Megro Goldwyn Mayer: puso música a una doce de filmes e incluso apareció como actor en alguno de ellos, como Levando anclas (1945), junto a Gene Kelly y Frank Sinatra.,

La última personalidad española en recibir este galardón. Su estrella está situada justo al lado de la de su pareja, Penélope Cruz.

Tras triunfar en España de la mano de Pedro Almodóvar, dio el salto a Hollywood en 1992 con la película Los reyes del mambo. Recibió su estrella en 2005 y no tuvo reparo en admitir públicamente que había pagado 15.000 dólares (de aquella la tarifa era más barata) por ella.