Coche eléctrico, mientras está aparcado
Tanto el proyecto Audi Wireless Charging como el sistema Halo IPT y otros se basan en la inducción. Una fuente de electricidad (1) la envía a una bobina bajo el suelo (2). El coche lleva otra (4). Cuando la primera vibra, se hace vibrar la segunda a la misma frecuencia, y se produce una resonancia magnética que inicia una corriente (3) que carga la batería (5).
Coches eléctricos, en marcha
El principio físico es el mismo: la recarga por inducción electromagnética –lo que otros han llamado “witricity”–. Pero un equipo de la Universidad de Stanford está estudiando cómo colocar las bobinas de carga bajo tramos de la carretera para repostar sobre la marcha. Su idea es instalar grupos de varias “bases” en pocos metros, para que el tiempo de “conexión”entre placas y coche sea el suficiente para cargar la batería sin detenerse.
Recarga inalámbrica mediante luz
La recarga mediante luz va a ser la revolución. Sirven tres tipos: la del sol, la de las bombillas y la que desperdician las propias pantallas LCD en los filtros que tienen para formar las imágenes.
Las LCD tienen filtros para iluminar o no ciertos píxeles cada vez. Se trata de recuperar la luz que estos rechazan.
Tecnología antidespilfarro. El español Amador Menéndez (MIT) ha contado a Quo que su sistema reaprovechará la luz que desperdicia el propio dispositivo. Este emite luz blanca, pero unos filtros absorbentes frenan un 90% de ella para formar colores. La idea de Menéndez es que esos filtros se hagan de moléculas fluorescentes orgánicas, que son capaces de guardar esa energía y volver a convertirla en luz cuando haga falta. Por eso sirve también la luz que viene de fuera.
El smartphone: sistema Qi de Nokia
Los nuevos modelos Lumia llevan placas para que, al meterlos en estas fundas-almohada, se recarguen, también por inducción.
Mientras oyes música
Estos JBL PowerUp son a la vez base de carga también con Qi y reproductor de canciones por tecnología NFC, similar a Bluetooth.
Solo apoyando el móvil
También por inducción, es el primer accesorio que ha salido en EEUU en verano.
Agita el móvil, o golpéalo, y se carga
El Instituto Politécnico de Virginia (EEUU) está viendo cómo meter una placa de material piezoeléctrico dentro de cada móvil. Se trata de cierto tipo de cristales ya conocidos que, al someterlos a tensiones mecánicas (como golpes o agitación), se cargan de electricidad.