Los letreros distintivos de sexo en las puertas de los baños públicos confunden a las personas transexuales y además se han convertido en fuente de conflicto y violencia en muchos lugares de todo el mundo. Diferentes asociaciones de homosexuales y transexuales están reivindicando por ello, cada vez con más fuerza, la instalación de baños en lugares públicos sin distinción de género. En Estados Unidos, el sistema educativo de Universidades de California ya ha iniciado un proceso de cambio en los baños y planteles que no etiquete específicamente para hombres o mujeres. La solución propuesta es algo similar a los baños familiares que ya existen para facilitar el acceso a las familias con niños pequeños y personas discapacitadas.
Una Comisión de Derechos Humanos de San Francisco detectó que casi la mitad de los encuestados transexuales sufrían acoso o asalto durante el uso de los baños públicos. En 2013, el centro Williams Institute denunció también que el 70% de estas personas soportó experiencias similares de violencia y discriminación. Los campus universitarios se han convertido en el campo de batalla principal para denunciar este tipo de agresiones y reivindicar una modificación. Según la Universidad de Massachusetts, más de 150 universidades estadounidenses ya han puesto en marcha la aplicación de baños de género neutro en sus instalaciones.
La psicóloga de Mount Holyoke College, Madeline Crone, aporta una razón más: “Los campus universitarios son un espacio para la educación. Si un estudiante pone en peligro su desarrollo e integridad al realizar una función humana básica, es evidente que se necesita un cambio estructural”. Esta razón ha llevado a algunas escuelas de educación secundaria a seguir el ejemplo. En Oregón, Ulysses S. Grant High Scholl ha designado seis de sus baños con género neutro.