A la mujer se le restringe más su vida sexual después de sufrir un infarto, eso en el caso de que reciban información por parte del médico. Así ha concluido un estudio internacional dirigido por la Universidad de Yale y coordinado en España por Héctor Bueno, cardiólogo del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
El trabajo, publicado en la revista Circulation, incluyó a más de 3500 hombres y mujeres con infarto de miocardio. Sus autores han tratado de ver el impacto de un infarto en el estilo de vida posterior de una mujer en comparación con un hombre de la misma edad. “Uno de los aspectos más novedosos es el relacionado con la vida sexual”, dice el doctor Bueno. En nuestro país solo el 13% de las mujeres y el 17% de los hombres reciben asesoramiento por parte de su cardiólogo sobre la actividad sexual más conveniente. En Estados Unidos la cifra es similar. Pero mientras que en Estados Unidos al 65% de las mujeres se les aconseja limitar su vida sexual, en España el porcentaje llega al 83%.
Esta limitación se traduce en tomarse el pulso durante la práctica o adoptar un papel más pasivo. «El dato es especialmente relevante porque de él se desprende una excesiva precaución de los cardiólogos españoles, particularmente con las mujeres, que no solo no está justificado sino que va en contra de las indicaciones de las guías de práctica clínica. Salvo en infartos complicados o en los pocos casos en que los pacientes persistan con síntomas después del infarto, pueden retomar su actividad sexual de forma normal una semana después de padecer el infarto», explica Bueno.
A la vista de los resultados, la Sociedad Española de Cardiología hace una llamada de atención a los cardiólogos para que incluyan estos temas en sus conversaciones con los pacientes antes del alta hospitalaria y para que no sean tan restrictivos en sus consejos, especialmente con las mujeres, ya que les facilitará una mejor recuperación tras el infarto.