Es lo que propone una controvertida teoría científica que defiende que el fenómeno es un producto de la evolución humana. Según quienes la apoyan, las mujeres han evolucionado para seleccionar a los hombres físicamente más atractivos para procrear, pero también para decantarse por los más proclives a invertir en el cuidado de la prole, a largo plazo. Lo complicado es definir cómo se concilian gustos tan dispares. El último estudio que apoya la tesis, publicado en diciembre en la revista Hormones and Behaviour, concluyó que las mujeres se interesan con más ahínco por los hombres sensuales y físicamente atractivos cuanto más cerca están de sus periodos fértiles. También son más críticas con sus parejas en el caso de que sus cualidades corporales no las seduzcan demasiado. Los investigadores atribuyen este comportamiento al aumento de la concentración de hormonas como el estrógeno, que es muy alta los días en que la mujer está ovulando. Eso sí, los científicos que firmaron el artículo tienen un amplio margen para afianzar esta teoría, ya que, al menos en este estudio, no midieron directamente los niveles hormonales de las mujeres que participaron en la investigación.