Si tenemos en cuenta que todo lo que sucede en la pantalla es la representación de un mundo bidimensional, la capacidad del cine para hacer que todo ello resulte creíble, es asombrosa. Tanto que a menudo no nos detenemos a pensar en las horas de trabajo y preparación que requiere hacer verosímil un mundo de fantasía o que nos inunde por completo una historia relatada con imágenes y palabras.
Para espiar en esos momentos y esos talentos, va esta galería.
Volver al futuro II (1989)
A veces uno se pregunta cómo hacen los actores para aislarse de todo lo que les rodea…Y no caerse de boca.
El imperio contraataca (1980)
Así se filmaron los créditos de la segunda entrega y el quinto episodio de la saga.
Sí, Stanley Kubrick era un tipo al que le gustaba improvisar mucho…
Parecía la 5ta Avenida…pero no, era una pequeña maqueta y un minúsculo muñeco.
Nosferatu el vampiro (1922)
El protagonista de esta película muda,Max Schreck, tomándose un descanso entre escenas.
Tippi Hedren y Alfred Hitchcock entre tomas, bailando los pajaritos de María Jesús y su acordeón.
La matanza de Texas (1974)
Un retrato de familia entrañable.
El imperio contraataca (1980)
Con esta imagen se rompe un mito del cine. Y quizás alguna costilla.
No, tampoco nosotros entendemos el propósito del abanico de la mujer.
Porque hasta los malos tienen sed.
James Cameron se metió hasta el cuello en esta película.
Alien, el octavo pasajero (1979)
También conocida como Tiburón en el espacio, esta película hizo que las babas se convirtieran en un elemento del cine de terror.
Ellen Page y Leonardo DiCaprio a punto de caerse. Y los que la vimos siempre a punto de entenderla.
Margot Kidder y Christopher Reeve haciéndonos creer que se puede volar.
Una de las muertes más «disparatadas» de la historia del cine: la balacera que recibe Sonny Corleone (James Caan) es, por decirlo de algún modo, muy generosa. Los hilos que se ven en la fotografía, escondían, dentro del traje, pequeñas bolsas de sangre: al tirar de ellos, estas se abrían y la sangre se derramaba, dando credibilidad a los disparos.
Uno de los mayores éxitos de Steven Spielberg pudo contar con dos secuelas, ambas (por suerte) descartadas. En una de ellas, los humanos, amigos de E.T., eran raptados por otra raza alienígena y le pedían ayuda a su amigo del dedo Led.
Stanley Kubrick, al fondo, con su hija, mientras el prota, Jack Nicholson, va perdiendo foco.
James Bond contra Goldfinger (1964)
Sean Connery y Shirley Eaton. Esta fue la primera película de la saga Bond en obtener un Oscar, en este caso, por efectos sonoros.
Teniendo en cuenta las torturas que sufre Dustin Hoffman en esta película, que se siga sonriendo en el rodaje es un milagro.
Steven Spielberg en pleno amorío con su personaje favorito.
Hugo Weaving y sus mútiples rostros. Este actor, nacido en Nigeria, formó parte de las dos trilogías más taquilleras de los últimos años: Matrix y El Señor de los Anillos.