Nos ha conmocionado la muerte de David Bowie. Ocurre siempre que muere una figura genial e irrepetible. En la memoria de todos quedarán sus grandes discos, cómo el Ziggy stardust. Pero aquí vamos arepasar su otra faceta, la de actor. Porque Bowie tuvo una interesante carrera cinematográfica, en la que figuran varias películas de culto, e incluso alguna obra maestra.
Felíz Navidad, Mr Lawrence (1982)
Sin lugar a dudas, la obra maestra de su filmografía fue esta película dirigida por el japonés Nagisa Oshima, el autor de El imperio de los sentidos.
En su momento fue despachada cómo la «versión gay de El puente sobre el río Kwai», y sin duda lo es en cierta forma. Pero la grandeza de esta hermosa película va mucho más allá.
David Bowie interpreta a un oficial británico capturado tras la caída de Singapur por las tropas japonesas. El oficial nipón que manda el campo de prisioneros (interpretado por otro músico, Ryuichi sakamoto) siente una morbosa atracción hacia él y ese sentimiento prohibido desencadenará una tragedia.
La película es un cuento cruel sobre el enfrentamiento entre culturas, y sobre el difícil entendimento entre occidente y oriente.
Cómo curiosidad hay que señalar que el personaje del brutal sargento Hana está encarnado por un jovencísimo Takeshi Kitano, mucho antes de inventar el Humor amarillo.
El truco final. El prestigio (2006)
Christopher Nolan se ha ganado un lugar entre las preferencias de los cinéfilos actuales, dirigiendo algunas de las películas más originales y oscuras del actual cine americano. Y una de las más extrañas probablemente sea ésta.
Se trata de una fábula fantasiosa sobre el letal enfrentamiento entre dos magos (encarnados por Huck Jackman y Christian Bale) a principios del siglo XX.
David Bowie tuvo una colaboración especial encarnando de forma fantasmagórica al legendario científico Nikola Tesla.
Deudora del éxito de Cabaret, esta película reconstruye minuciosamente los ambientes del Berlín de entreguerras. Bowie interpreta a un seductor que alquila sus encantos a maduras y adineradas damas. El filme le permitió codearse en la pantalla con actrices de la talla de Marlene Dietrich y Kim Novak.
Cuando llega la noche (1985)
Un entrañable cruce entre thriller y comedia dirigido por John Landis que se ha convertido en un filme de culto del cine de los 80.
Jeff Goldblun interpreta a un insomne que, deambulando en plena noche, rescata a una misteriosa mujer (Michelle Pfeiffer, más adorable que nunca), que le sumergirá en la aventura más arriesgada de toda su vida.
El filme cuenta con un extenso reparto repleto de estrellas invitadas, entre ellas Bowie, que da vida a un refinado y elegante asesino a sueldo británico.
Otro filme mítico de los 80. Dirigido por Tony Scott. Es un catálogo de todos los gustos estéticos de los inicios de aquella década. Bowie encarna a un vampiro centenario y decadente, y se condea con dos damas de la talla de Catherine Deneuve y Susan Sarandon.
Dentro del laberinto (1984)
Y seguimos con más mitos ochenteros. Un filme mítico para los críos de aquella década, surgido tras el éxito de La historia interminable. La preciosa Jennifer Connelly es una niña que penetra en un mundo de fantasía dominado por un poderoso mago (Bowie) y poblado por criaturas animadas del gran Jim Henson.
El hombre que cayó a la tierra (1978)
Una película realmente extraña. Es una historia de ciencia ficción con mensaje ecologista, en la que Bowie encarna a un alienígena de aspecto lechoso que se convierte en el director de una multinacional con el fin de salvar el medioambiente.
Aviso para navegantes: el filme contiene una de las escenas de sexo más viscosas y repugnantes de toda la hsitoria del cine. O eso me pareció a mi.
La última tentación de Cristo (1988)
La polémica película de Martin Scorsese que hizo correr ríos de tinta en su momento. David Bowie aparecía casi irreconocile interpretando con mucha solvencia nada menos que a Poncio Pilatos.