El padre de Akira Kurosawa era pintor, y el futuro director de Los siete samuráis, heredó de él su talento para manejar los pinceles. De hecho, su llegada al mundo del cine fue en calidad de artista gráfico, para pintar y diseñar decorados. Con los años, dió el salto a la dirección.
Pero la fama que alcanzó en el cine no le hizo abandonar su pasión por la pintura. De hecho, Kurosawa solía dibujar primero las escenas que posteriormente iba a rodar. en esta galería encontraréis una selección de sus storyboards. Que son realmente bellísimos.
Imágenes: Cinemateca de Tokio.