Comienza la nueva edición del Festival de Sitges que, desde hace 49 años, se ha convertido en una cita ineludible para todos los aficionados al cine en general, y al género fantástico en particular (aunque en la última década se ha ido abriendo también a otros géneros). Este año se exhibirán más de doscientos filmes; un menú inabarcable para cualquier ser humano normal. Pero, de entre toda la programación hemos querido destacar las que son, a priori, las ocho películas más esperadas del certamen, y que ningún cinéfilo o cinéfago debería perderse. Aunque, seguramente, entre ese par de centenares de cintas haya también varias joyas ocultas que están esperando a ser descubiertas.

Salt and fire

Werner Herzog es un director que no necesita presentación. Se ha ganado ya un lugar en la historia del cine con películas tan legendarias como Aguirre, la cólera de Dios o Fitzcarraldo.

 

Ahora, presenta su nuevo filme, una cinta que mezcla aventuras, ecología y metafísica en torno a una erupción volcánica en un país sudamericano. Michael Shannon y Gael García Bernal son sus protagonistas.

 

 

 

The neon demon

 Nicolas Winding Refn se ha convertido en uno de los cineastas más aclamados de los últimos años gracias películas como Drive o Solo Dios perdona. Su nueva película cuenta la terrorífica pesadilla de una joven modelo que alcanza el éxito en Los Ángeles, y se ve rodeada pro una serie de mujeres que pretenden robarle (literalmente) su belleza y lozanía.

 

31

A Rob Zombie se le ama o se le odia. Con este director no existen los términos medios. En esta ocasión rinde homenaje al slasher de los años 80 (las películas al estilo Viernes 13), contando la historia de un grupo de feriantes que son raptados por un grupo de terroríficos payasos y obligados a participar en un macabro (y letal) juego llamado 31.

 

Como en todo el cine de Zombie, lo grotesco, lo macabro y lo malsano, son elementos garantizados.

 

 

 

Brigadoom

En Sitges también hay espacio para ver grandes clásicos del cine en copias restauradas. Este año destaca especialmente la emisión de esta gran película de Vincente Minnelli, protagonizado por Gene Kelly, Cyd Charisse y Van Johnson, y rodada en 1954. Se trata de un musical de corte fantástico, en el que dos viajeros americanos tropiezan por azar con un pueblo escocés cuyos habitantes, fruto de un sortilegio, viven en un eterno letargo, despertando solo un día cada siglo.

 

Colossal

El directo español Nacho Vigalondo destaca por hacer películas que son cualquier cosa menos convencionales. Y la última no es una excepción.

El filme arranca como una comedia generacional, cuya protagonista es una mujer de media edad, interpretada por Anne Hathaway, que ha perdido su trabajo y también a su pareja. Y la única manera que encuentra de afrontar dicha crisis es saliendo de copas.

Y, entre resaca y resaca, un monstruo del estilo Godzilla entra en escena.

Grave

 Esta película francesa describe el alucinante viaje que lleva a una vegana militante a convertirse en una adicta a la carne humana. La película ya se exhibió en Cannes y dicen que allí provocó varios desmayos. Pero ya saben que en ese festival el público es más finolis.

 

La región salvaje

Otra cinta francesa, y dicen que una de las más perturbadoras del año por su elevado contenido erótico. Sus protagonistas son una pareja que tropeiza por azar con una extraña criatura que resulta ser… ¡una máquina sexual alienígena!

Swiss army man

Y esta, sin duda, es la gran candidata a convertirse en la mayor marcianada del 2016. Y entiéndase por marcianada, una película que navega permanentemente por los límites del absurdo.

 

Su protagonista es un náufrago, un moderno Robinson Crusoe interpretado por Paul Dano, que encuentra su particular Viernes, en la figura de un cadáver flatulento que llega a la orilla.

 

Por cierto, al cadáver lleno de gases lo encarna nada menos que Daniel Radcliffe, el inolvidable Harry Potter.