Aproximadamente el 90% de las mujeres hacen ruidos de diversos tipos mientras practican el sexo. Así lo reveló un estudio realizado por investigadores de las universidades de Lancashire y Leeds, en Gran Bretaña. Y lo más curioso es que esa verbalización del placer erótico femenino no es exclusiva de nuestra especie. Los gemidos también son característicos de las hembras de primates como los chimpancés y los bonobos, y podrían tener la función atraer a más machos para obtener mejores espermatozoides y quedar preñadas.

Seguro que la mayoría de los hombres se han preguntado en alguna ocasión si los gemidos que emite su pareja femenina son reales o fingidos. Lo que si pueden tener claro los varones es que en la mayoría de los casos son intencionados.

La investigación reveló que el 25% de las mujeres que participaron en el estudio admitieron que gemían cuando todavía no habían alcanzado el clímax. El 92% de ellas afirmó que de esa manera buscaban reafirmar la autoestima del varón y contribuir a que se excitase más. Aunque también hubo un 5% que dijo hacerlo simplemente porque se aburrían a la espera de que llegase el ansiado orgasmo.

Lo que demuestra el estudio es que muchos de estos ruidos están disociados del éxtasis, ya que se producen antes del momento culminante. Pero, también, que no todos los sonidos sexuales femeninos pueden interpretarse de la misma manera.

A continuación os explicamos en que consisten los cuatro tipos principales de sonidos eróticos femeninos, según la clasificación que realizó el sexólogo Nicholas Douglas en el libro Secretos sexuales: la alquimia del éxtasis.

Sikritis

Con este nombre tomado de un antiguo texto erótico hindú, se designa al sonido que las mujeres hacen al inhalar aire con los dientes cerrados.

Exclamaciones

Se suelen producir en las primeras etapas del acto sexual,  y tienen como fin estimular a la pareja.

Sonidos confusos

Se producen conforme aumenta la excitación, acelerándose también la respiración.

Placer total

Son los que se producen en el momento preciso del orgasmo. Estos si que son la expresión espontánea y natural del goce máximo. Siempre que no sean fingidos, claro.