Que levante la mano quien no esté deseando que llegue el 6 de enero para hincarle el diente al tradicional roscón de Reyes (aunque más de uno seguro que lleva ya desde Nochevieja comiendo). ¿Con nata o seco? Eso ya depende del gusto de cada cual, pero mientras llega el momento de llevárselo a la boca, os vamos a contar aquí una serie de interesantísimas curiosidades sobre este dulce navideño.
No está del todo claro cual es el origen del roscón, aunque la mayoría de las investigaciones sobre el tema coinciden en señalar a la celebración de las fiestas Saturnales en la antigua Roma. Durante aquellos festejos que acaecían en el período que equivale a nuestro mes de enero, se elaboraban unas tortas redondas con higos, dátiles y miel, que se repartían tanto a plebeyos como esclavos. A partir del siglo III, se incluyó en una de ellas un haba y a quien le tocaba era nombrado «rey de reyes» durante el tiempo que duraban las fiestas.
En la foto vemos cómo era una de esas tortas saturnales, preprada por un grupo de respoteros valencianos.
Las crónicas hablan de la existencia en la península ibérica de distintos tipos de dulces en Navarra y Andalucía, probablemente heredados de los romanos, que podrían ser también antepasados del roscón de Reyes. Pero la receta actual se debe al cocinero de origen eslavo de la corte del rey francés Luis XV. El chef quiso agasajar al soberano durante la fiesta de la Epifanía con un dulce seco con forma de corona, en cuyo interior escondió un collar de diamantes.
El rey español Felipe V, pariente del soberano francés, que estaba presente en aquella ocasión, quedó tan encantado con el postre que pidió la receta y la trajo a nuestro país.
La receta original que tanto gustó a Felipe V ni llevaba nata ni ningún otro añadido. Se trataba del bollo seco, espolvoreado con algo de azúcar. Las frutas escarchadas comenzaron a añadirse a finales del siglo XIX, y el uso de la nata no se generalizó hasta la década de 1960.
¿En qué otros países se come roscón de Reyes?
Los españoles hemos exportado el roscón a los países de Iberoamérica, y el dulce se ha hechos especialmente popular en México y Colombia. Pero en algunos países europeos hay otros postres vagamente parecidos que también se comen en estas fechas.
En Francia existe la Galette de Rois, que es un postre hojaldrado relleno con crema de almendras. Y en Italia se come la Fugassa de la Befana que, a diferencia de nuestro roscón, no tiene agujero en el centro y va relleno de crema en lugar de nata.