Si hubo una actriz francesa cuya fama internacional pudo competir en los años 60 con la de Brigitte Bardot, esa fue Jeanne Moreau. Fue musa de cineastas como Luis Buñuel, Orson Welles, Antonioni o Truffaut. Ahora, con motivo de su muerte, seleccionamos algunas de sus mejores y más célebres películas.
Ascensosr para el cadalso (1958)
Clásico del cine negro francés dirigido por Luois Malle, en el que la actriz interpretó un papel que repetiría muchas veces a lo largo de su carrera: el de fría mujer burguesa. Aquí encarnaba a una esposa infiel que planea el asesinato de su marido. Pero, tras cometer el crimen, el amante queda encerrado en un ascensor por un fallo en la corriente eléctrica.
Jules et Jim (1961)
Jeanne Moreau fue la protagonista femenina de esta mítica película de François Truffaut, que narraba la historia de un peculiar menage a trois.
La noche (1961)
El universo de La dolce vita de Federico Fellini, revisitado por Michelangelo Antonioni. Pero, lo que en Fellini era un cruel y a ratos surrealista retrato de la burguesía italiana de la época, en manos de Antonioni se convierte en una reflexión sobre la incomunicación en la pareja.
El proceso (1962)
Esta fue la primera de las tres ocasiones en las que trabajó a las órdenes de Orson Welles. En la adaptación de la famosa y obsesiva novela de Kafka, la actriz interpretaba a la prostituta vecina del atribulado Joseph K (encarnado en el filme por Anthony Perkins).
Dirario de una camarera (1964)
El gran Luis Buñuel la dirigió en esta adaptación de una negrísima novela de Octave Mirbeau. En ella interpreta a una doncella de una gran mansión, enfermizamente enamorada del cochero, un hombre de tendencias sádicas y sospechoso del asesinato de una niña. Buñuel, además, convirtió a la actriz en icono del fetichismo, al sacarla en una escena, con corpiño, medias negras y ligueros.
Campanadas a medianoche (1964)
Su segunda colaboración con Orson Welles se produjo en esta obra maestra inspirada en varias obras de William Shakespeare, en la que ella daba vida a la dueña de un burdel, convertida en amante del orondo Falstaff.
¡Viva María! (1966)
La película que la emparejó con el otro gran mito femenino del cine francés, Brigitte Bardot. Dirigida por Louis Malle, era una gamberra comedia de aventuras, en la que daban vida a una estrella de un circo ambulante y a la hija de un miembro del IRA que, además de convertirse en las líderes de una revolución en América Central, inventaban el strip tease.
La novia vestía de negro (1968)
Jeanne volvió a ponerse bajo la batuta de François Truffaut, en esta libre adaptación de una novela de William Irish. La actriz encarnaba a una enigmática mujer convertida en ángel vengador, que se dedicaba a eliminar a los hombres que, en el día de su boda, mataron accidentalmente a su prometido.