Acabamos de conocer la noticia de la muerte, a los 78 años, de la hispano-británica Yvonne Blake, presidenta de honor de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. Fue también una de las más grandes figurinistas y diseñadoras de vestuario de la historia del cine, ganadora de un Oscar y de cuatro premios Goya. Repasamos aquí algunas de las películas en las que dejó muestras de su gran talento.
La mítica adaptación del clásico de ciencia ficción escrito por Ray Bradbury, que dirigió François Truffaut. Yvonne diseñó un vestuario que provocaba el contraste entre la alienada sociedad en la que vivían la mayoría de los ciudadanos, y la libertad anárquica de la que gozaba la sociedad de hombres-libro.
Nicholas y Alejandra (1971)
Fue su primera gran producción. Una épica película que narraba los principales episodios de la revolución rusa. Yvonne dirigió por primera vez un amplísimo equipo, en el que se integraban numerosos especialistas en aquel período histórico. Fue una experiencia agotadora y llena de tensión, hasta el punto de que llegó a declarar: «Lloré mucho con aquella película». Pero las lágrimas tuvieron su recompensa y por este trabajo obtuvo el Oscar de Hollywood.
La guerra de los 30 años fue el contexto histórico de este filme, sobre un intelectual y un grupo de mercenarios que, huyendo de la peste, encuentran refugio en un idílico valle centroeuropeo. Michael Caine y Omar Shariff fueron los protagonistas.
Los tres mosqueteros (1974)
Yvonne se inspiró en los cuadros de Van Dyck para crear el vestuario de este filme de Richard Lester (que se estrenó dividido en dos partes). Fue nominada al Oscar, aunque en esta ocasión no se llevó el premio.
Diseñar el traje de Supermán fue uno de sus grandes retos. Sobre todo a la hora de encontrar el color adecuado para el traje del héroe. Tuvo que aplicarse para encontrar un tono de azul adecuado que resaltara la pantalla del chroma (también azul) usada para rodar las escenas de vuelo.
Don Juán en los infiernos (1991)
Su trabajo en este filme de Gonzalo Suárez le valió uno de sus cuatro premios Goya. La diseñadora recreó con gran fidelidad (pero aderezada con una pizca de delirante fantasía) los ropajes de la España del siglo XVII.