Estar en brazos del padre o la madre, con un contacto piel con piel, reduce la respuesta del cerebro al dolor de un recién nacido. Esa es la conclusión de un estudio publicado en el European Journal of Pain.
“Hemos descubierto que cuando un bebé es sostenido por su madre o su padre, con contacto piel con piel, el procesamiento cerebral de nivel superior en respuesta al dolor se reduce – explica en un comunicado uno de los líderes del estudio, Lorenzo Fabrizi –. Al mismo tiempo, el cerebro del bebé utiliza una vía diferente para procesar su respuesta al dolor. Si bien no podemos confirmar si realmente siente menos dolor, nuestros hallazgos refuerzan la importancia del contacto entre los padres y sus bebés recién nacidos”.
Para comparar las respuestas, se evaluaron tres escenarios. En uno los bebés eran sostenidos por sus progenitores piel con piel, en el otro hacían lo mismo pero vestidos y en el último los recién nacidos permanecían solos en la cuna o la incubadora.
“La respuesta se atenuaba si había contacto de la piel con su madre – añade Rebecca Pillai Riddell, coautora del estudio – lo que sugiere que el contacto de los padres afecta el procesamiento de nivel superior del cerebro. El dolor podría ser el mismo, pero cómo el cerebro del bebé procesa y reacciona a ese dolor depende de su contacto con uno de los padres. Nuestros hallazgos apoyan la idea de que sostener a un bebé recién nacido contra la piel es importante para su desarrollo”.
De acuerdo con los autores, la respuesta cerebral inicial al dolor era la misma, pero las ondas cerebrales posterior se veían afectadas según existiera o no contacto piel con piel.
“El cerebro de los bebés recién nacidos tienen un alto grado de plasticidad, en particular los que nacen prematuros, y su desarrollo depende en gran medida de las interacciones con sus padres – concluye Laura Jones, coautora del estudio –. Nuestros hallazgos pueden aportar nueva información sobre cómo los bebés aprenden a procesar las amenazas, ya que son particularmente sensibles a las señales maternas y paternas”.