Lo poco que quedó de la Mujer X fue totalmente destruido para poder obtener ADN para su estudio 

La foto superior muestra la falange conocida como Mujer X. Eso es lo que quedó de ella. Esa minúscula porción de lo que un día fue una niña de 7 años, permitió descubrir que la Tierra estuvo poblada por una especie distinta a la nuestra, diferente también a los neandertales, y de la que también hemos heredado una pequeña parte de su material genético.

La Mujer X, la falange de un dedo meñique, se encontró en las cuevas de Denísova, en los montes Altái, en Asia central, al sur de Siberia. Los 270 m2 de la caverna de los montes Altái han ofrecido desde 1980 más de 130.000 huesos, muchos de ellos de animales y en gran parte triturados y digeridos por hienas.

 

Esa minúscula porción de hueso que fue La Mujer X, fue pulverizado para obtener ADNm. El ADN mitocondrial es el que se hereda de las mujeres. El resultado del estudio revolucionó la prehistoria tal y como había sido contada hasta entonces. Gracias a la Mujer X, los científicos descubrieron una nueva especie que había compartido el planeta con neandertales y sapiens, los denisovanos.

 Su ADN mitocondrial es único. Mientras los neandertales y los humanos modernos se diferenciaban en un 1,2% de su ADN mitocondrial, la Mujer X se diferencia de ambas especies en un 2,5%, el doble

Sapiens, denisovanos y neandertales. Los tres vivieron en estrecha proximidad. Otros yacimientos de la zona indican que, en un radio de 100 kilómetros y en la misma época, vivieron los neandertales y los humanos modernos. Incluso compartieron refugio, ya que en Denisova se han hallado brazaletes y otros ornamentos hechos por humanos modernos.

La falange del dedo meñique

La falange de la Mujer X fue analizada por el equipo de científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig (Alemania), liderado por Svante Pääbo. Determinaron que el pequeño fragmento de hueso proveniente del dedo de la niña que fue encontrada, en 2008, en las cuevas de Denísova (restos nombrados como mujer X, con nombre de catálogo Denisova 3. tenía una antigüedad de 50 000 a 30 000 años antes del presente.

El análisis del ADN mitocondrial de la Mujer X trajo de nuevo a la vida la existencia de un ancestro común entre el homínido de Denísova, Homo sapiens y hombre de Neandertal, que pudo vivir hace aproximadamente un millón de años y habría compartido con los neandertales un ancestro hace unos 650 000 años y con los humanos modernos hace 800 000 años.

Denny, el primer híbrido de dos especies humanas, vino después

Años después del hallazgo de La Mujer X, en 2012 fue hallado un fragmento de hueso de 2 cm que sí tiene nombre, Denny (Denisova 11), con una antigüedad de 90 000 años.  Denny es una de las mayores joyas de la paleoarqueología, ya que se considera como perteneciente al primer híbrido de neandertal y denisovano.

En el 2018, pruebas genéticas demostraron que Denny, restos fósiles de una hembra de al menos 13 años de edad que existió hace unos 50 000 años, tiene cromosomas que heredó de una madre neandertal y de un padre denisovano. Es decir, se trata de un descendiente directo de dos especies humanas distintas y ahora extintas.

El padre de Denny también tuvo un antepasado neandertal entre 300 y 600 generaciones antes. El estudio, también realizado por Svante Pääbo, consiguió los detalles que publicaron en Nature. Denisova 11 se convirtió en celebridad prehistórica, y se ha reconstruido en ilustraciones como la foto superior. De la Mujer X no queda nada.