Juan Carlos Izpisua Belmonte dirige la investigación que ha dado como resultado embriones que tienen células de mono y de ser humano
Una quimera es un monstruo mitológico que vomitaba llamas y tenía cabeza de león, vientre de cabra y cola de dragón. En biología la quimera genética tiene algo que ver con este monstruo: se trata de un ser vivo compuesto por células con más de un genotipo distinto.
Para conseguir una quimera en un animal se mezclan dos o más cigotos de especies diferentes. El resultado es que el animal tiene algunas células de un genotipo y otras del otro.
Un equipo internacional de investigadores dirigido por el investigador español Juan Carlos Izpisua Belmonte ha conseguido mantener vivos en una placa Petri a embriones formados por células tanto de humanos como de monos. El científico ya había hecho pública su investigación en el diario El País en 2019, y ahora ha aparecido la publicación científica en la prestigiosa revista Cell con todos los detalles.
Izpisua Belmonte pertenece al Instituto Salk de La Jolla (California). En su experimento crearon un total de 132 quimeras mono-humano, de las cuales 103 seguían vivas después de diez días y otras tres nueve días después. Para ello, tomaron embriones de monos javaneses y los inyectaron con las llamadas células madre pluripotentes expandidas (hEPSC) de un humano.
El estudio es importante porque, hasta ahora, los intentos de mantener intactas las células de humanos y animales en un embrión han fracasado
El objetivo de la investigación era estudiar el desarrollo embrionario y comprender mejor la interacción de células genéticamente muy diferentes. Para ello, los investigadores del equipo estadounidense-chino analizaron qué señales intercambiaban las células entre sí y las compararon con las cadenas de señalización de embriones puramente humanos y puramente de mono.
Un objetivo principal de la investigación con criaturas híbridas es cultivar órganos humanos en animales, como los cerdos, para usarlos en transplantes. Según los expertos, el estudio actual proporciona información sobre cómo mejorar la supervivencia de las células humanas en cerdos u otras especies animales, por ejemplo, para luego cultivar riñones o páncreas de donantes.
El estudio es importante porque, hasta ahora, los intentos de mantener intactas las células de humanos y animales en un embrión han fracasado. Sin embargo la proximidad genética de humanos y monos hace que este tipo de experimentos sean éticamente controvertidos.
Especialmente en los estudios con monos, hay que garantizar que en ningún caso el objetivo sea el nacimiento de un híbrido, para lo cual dichos embriones tendrían que implantarse en una madre de alquiler humana.
Sin embargo la proximidad filogenética de los humanos y los monos de Java es probablemente lo que hace posible que los embriones sobrevivan en cultivo durante tanto tiempo. Al mismo tiempo, esto también podría significar que el nacimiento de una quimera de este tipo es posible.
¿Cómo sería este animal si naciera? En caso de que las células humanas se instalen en el cerebro en desarrollo o en los gametos de la quimera, esto podría tener consecuencias. Los expertos afirman que se necesitan normas legales claras y un consenso internacional sobre su aplicación para evitar estos casos.
REFERENCIA
Chimeric contribution of human extended pluripotent stem cells to monkey embryos ex vivo