La evidencia científica más reciente refuta la idea de que los hombres consiguen más logros que las mujeres debido a la variabilidad biológica
No hay evidencia científica de que los hombres sean más inteligentes que las mujeres, ni al contrario tampoco. Sí que es cierto que conocemos a algunas personas que parecen más listas que otras y siempre están los que van de listos, independientemente de su sexo.
La llamada variabilidad biológica explica las diferencias entre los individuos del mismo sexo de una especie. Sin embargo, durante mucho tiempo se ha pensado que estas diferencias biológicas entre los individuos de un sexo también se aplicaban a la personalidad en el caso de los humanos.
La variablidad no se aplica a la personalidad en humanos
Si la variabilidad biológica entre los sexos afectase a la personalidad, esto supone que habrá más hombres que mujeres en los extremos: más superdotados intelectualmente, y también más infradotados. Esto podría explicar por qué hay más hombres que consiguen grandes logros sociales o intelectuales que mujeres. Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por la Universidad Nacional Australiana (ANU) ha comprobado que esta teoría no está respaldada por la evidencia.
La autora principal, Lauren Harrison, cree que la idea de que la biología determina una mayor diversidad de comportamiento entre machos y hembras en animales se utiliza a menudo para explicar por qué más hombres que mujeres son considerados genios o llegan a convertirse en directores ejecutivos. Esto también se utiliza para explicar por qué la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) están dominadas por los hombres, en lugar de considerar otras razones por las que vemos menos mujeres en estas profesiones, como la exclusión histórica o estereotipos de género.
Según los datos de este artículo, si se asume que los seres humanos son como otros animales, existe la misma posibilidad de tener un número similar de mujeres que de hombres en altos puestos laborales. Aunque según esta lógica, también habría una gran probabilidad de tener un número similar de hombres y mujeres en puestos inferiores.
El equipo de ANU examinó más de 10.000 estudios biológicos, y analizó los rasgos de comportamiento de machos y hembras en más de 200 especies animales, desde insectos hasta delfines. Para ello, los científicos observaron cinco tipos de rasgos de comportamiento utilizados para medir la personalidad en los animales: audacia, agresividad, exploración, sociabilidad y actividad.
El error de Darwin
Los investigadores encontraron que los machos y las hembras tienen niveles similares de variabilidad, lo que es contrario a las creencias de los biólogos que han asumido durante mucho tiempo que los machos son más variables que las hembras, es decir, tienen más diferencias entre los individuos.
Harrison explica que la importancia de una mayor variabilidad masculina para la evolución se remonta a Charles Darwin. Él sugirió que las especies masculinas se comportan de manera mucho más diferente entre sí en comparación con las hembras de la misma especie. También sugirió que esta mayor variabilidad masculina se debe a la selección específica del sexo.
El coautor del estudio, Michael Jennions, también aclaró que si los hombres son más variables que las mujeres, significaría que hay más hombres que mujeres con un coeficiente intelectual muy bajo o muy alto. En el estudio, más de 200 especies animales han mostrado que la variación en el comportamiento de machos y hembras es muy similar, y esta regla no se cumple. Por lo tanto, no hay razón para invocar este argumento basado en la biología para explicar por qué más hombres que mujeres son premios Nobel, por ejemplo, lo que asociamos con un alto coeficiente intelectual.
Además, la investigación sugiere que la elección de una hembra por el macho más atractivo, por ejemplo, un ciervo con las astas más grandes, no lleva a una mayor variación entre los machos que entre las hembras, al menos en lo que respecta a su personalidad.
El papel de la cultura y de la educación
Según Harrison, si los humanos no siguen la tendencia de variabilidad similar en cada sexo como se ve en los animales, y los hombres son más variables que las mujeres, entonces es probable que esto se deba a factores exclusivamente humanos en lugar de a la biología. En lugar de utilizar la biología para explicar por qué hay más directores ejecutivos o profesores masculinos, tenemos que preguntarnos qué papel desempeña la cultura y la educación para empujar a hombres y mujeres por caminos diferentes. Esto incluye las formas en que se desalienta a las mujeres de una carrera en profesiones dominadas por hombres, especialmente en los campos STEM.
REFERENCIA