Un sistema de renta básica universal financiado con impuestos sobre las emisiones de carbono podría acabar con la pobreza y las emisiones

¿Y si pudiéramos mantener a todo el mundo fuera de la pobreza a la vez que abordamos la crisis climática? Suena demasiado bien para ser cierto, pero podría ser posible con un sistema de renta básica universal financiado con impuestos sobre las emisiones de carbono, según muestra un nuevo estudio.

La renta básica universal (RBU) propone que un pago periódico a cada persona -sin preguntas ni comprobación de recursos- podría sustituir a todas las demás formas de asistencia social y, tal vez, hacernos más felices al mismo tiempo.

La nueva investigación, dirigida por un equipo de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), muestra que el IPI no sólo mejoraría el nivel de vida, sino que también impulsaría el producto interior bruto (PIB) mundial, una medida estándar de la prosperidad económica.

Quien contamina paga

El inconveniente es que cuesta muchísimo. Según los investigadores, las empresas que contaminan el medio ambiente podrían pagarlo, ya que sólo gravar las emisiones de carbono generaría unos 2,3 billones de dólares al año.

Tanto los daños ambientales como la pobreza suponen enormes riesgos para la sociedad», afirma el economista Ussif Rashid Sumaila, de la Universidad de Columbia Británica. «Exigiendo que los grandes contaminadores paguen por limpiar sus propios desaguisados, o el ‘principio de quien contamina paga’, se tiene un planteamiento creativo para abordar ambos problemas».

Sumaila y sus colegas examinaron datos de 186 países diferentes, combinando la modelización con un análisis de factores económicos como la propensión marginal al consumo, es decir, la probabilidad de que la gente gaste su renta disponible extra.

Según los cálculos del equipo, dar una renta básica a todos los 7.700 millones de habitantes del planeta costaría 41 billones de dólares, o 442.000 millones si sólo se ayudara a los 9,9 millones de personas que viven por debajo del umbral de pobreza en los países en desarrollo.

Los investigadores calculan que la renta básica mundial supondría un aumento del PIB mundial de 163 billones de dólares, es decir, del 130%. Dicho de otro modo, cada dólar gastado en RBI genera hasta siete dólares de impacto económico, ya que ese dinero se gasta en alimentos, alquiler y otros bienes.

«Nuestros resultados muestran una relación positiva entre el impacto económico y el coste de la implantación de la renta básica en todos los escenarios examinados», escriben Sumaila y su equipo en el artículo publicado.

renta básica

Un gráfico de la RBU que muestra el coste frente a la ganancia Coste de la cobertura de la renta básica frente a beneficio del PIB. (Alex Walls/Sumaila et al., 2024)

Investigaciones anteriores han relacionado sistemas similares con beneficios medioambientales. El equipo sugiere que el impuesto medioambiental fomentaría políticas más respetuosas con el medio ambiente, aunque para ser sostenible a largo plazo tendría que pasar a otras fuentes de financiación.

Otro beneficio potencial del IBU sería aumentar la resiliencia de las comunidades. Cuando se produzca una crisis, ya sea un desastre natural o una pandemia mundial, no será tan perjudicial si existe una red de seguridad para los medios de subsistencia de las personas.

«En resumen, tiempos extraordinarios exigen medidas acordes», afirma Sumaila.

Entonces, ¿por qué no existe ya el IBU? Requeriría mucha voluntad política y acuerdo, y sigue habiendo dudas sobre hasta qué punto desincentivaría el trabajo y la innovación, además de las preocupaciones sobre cómo se financiaría.

«Para reducir la enorme barrera impuesta por los costes de implantación, sugerimos un conjunto diverso de estrategias encaminadas a financiar la renta básica», argumentan los autores.

«Sugerimos que la implantación de la renta básica es factible y podría ser una potente herramienta para abordar el doble reto de disminuir la pobreza mundial y reducir al mismo tiempo la degradación medioambiental».

REFERENCIA

Utilizing basic income to create a sustainable, poverty-free tomorrow