Modo 1. Hay webs (busca «defilter» en la red) en las que metes la url de la página deseada y redirecciona a través de ella los datos. Así, el proxy no reconoce la IP como prohibida.
Modo 2. Crea un nuevo proxy. En Microsoft Explorer es casi imposible pedirle que no use el del servidor al que se conecta, pero con Firefox sí es capaz de cambiar la configuración y pedirle al tráfico que pase por otro servidor de la red sin proxy. Solo tienes que saber cuál y darle el número. En el menú Preferencias, abre Configuración manual del proxy y pones la dirección IP del servidor «permisivo», que no tiene ese tipo de filtro.
Modo 3. Usar el proxy de tu casa. Bájate la aplicación Psiphon e instálala en el PC de casa. Eso te dará una url y una contraseña de entrada desde fuera. Pegas esa
[image id=»17257″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]dirección en el navegador del trabajo y te pide la contraseña. Así que adiós filtro…
Truco. Si el PC del trabajo no tiene Firefox ni puedes instalarlo, bájate la versión portátil, que no hay que instalarla y no deja «huellas».
Redacción QUO
La clave está en cuánto somos capaces de predecir de la pieza, y hasta qué…
Un nuevo estudio prevé un fuerte aumento de la mortalidad relacionada con la temperatura y…
Los investigadores ha descubierto un compuesto llamado BHB-Phe, producido por el organismo, que regula el…
Un nuevo estudio sobre la gran mancha de basura del Pacífico Norte indica un rápido…
Una nueva teoría que explica cómo interactúan la luz y la materia a nivel cuántico…
Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños…