Hace unas semanas, los diarios británicos relataron la historia de una alumna adolescente enamorada de su profesora, con la que acabó practicando sexo. El fin de esta crónica mediática lo escribirán los tribunales, pero de momento, la niña ha dejado claro que esperará a cumplir la edad suficiente para retomar su relación. Noticias similares sobre deseos imposibles ocurren cada día en todo el mundo: Profesores que se enamoran de sus alumnos y viceversa. Futbolistas que se ven obligados a cambiar de número de teléfono para evitar el acoso de personas que dicen haberse vuelto locas de amor. ¿Y cuántos fans que convierten en obsesión la devoción por sus ídolos se encuentran cumpliendo condena?

El incidente más dramático en nuestro país lo protagonizó la joven que intentó asesinar hace unos meses a la mujer del periodista Paco González.

Retos seductores

Pero la lista continúa: amantes cibernéticos que idealizan el amor y a la persona que solo conocen a través de la pantalla del ordenador, o amores platónicos y lejanos que se enquistan casi de por vida. En una encuesta de Facebook, los candidatos que más se repitieron fueron Johnny Depp y Justin Timberlake. Todos ellos tienen en común que son deseos prohibidos y relaciones extremadamente difíciles. Les liaisons dangereuses (las amistades peligrosas) las denomina Le Nouvel Observateur cuando habla del riesgo de enamorarse del entrevistado, a propósito del asunto entre François Hollande y su periodista de cabecera, Valérie Trierweiler.

Entre el 10 y el 30% de las parejas simulan roles morbosos en sus relaciones habituales

Si algo caracteriza a las relaciones complejas es que la tensión sexual se va elevando cuanto más alto es el dique de lo imposible. Pero una vez roto, la carga erótica en ocasiones se desvanece.

Italo Calvino narra en su obra Amores difíciles cómo el desencuentro es precisamente el gran acicate de estas relaciones amorosas: “Al término de un viaje para reunirse con su amante, un hombre comprende que la verdadera noche de amor es la que ha pasado corriendo hacia ella en un incómodo tren”. Y ocurre, según el psicólogo Esteban Cañamares, que, a veces, cuando se consuma el acto sexual se pierde la expectación. Solo un pequeño porcentaje sigue adelante con satisfacción. También el psicólogo José Manuel Aguilar habla del delirio que supone cualquier reto; más cuando reúne los atributos del amor: “Representa lo desconocido, lo prohibido… Más allá del amor o el morbo, lo importante es el desafío”.

La obsesión: un peligro al acecho

Lo curioso es que la mayoría de estos personajes que protagonizan los amores clandestinos se han convertido en estereotipos que avivan muchas fantasías sexuales. Sin ir más lejos, entre el 10 y el 30% de las parejas convencionales ha practicado alguna vez este modo de sexualidad morbosa, simulando roles y profesiones. El más repetido y explotado ha sido el de enfermera.

“Pertenecen a lo que llamaríamos arquetipos que puedes encontrar en toda cultura y época, y forman parte del inconsciente colectivo”, indica Aguilar. De esa erótica global hemos sido testigos recientemente al saber que el actual Míster Universo, Rubén López, es militar. Su uniforme le ha hecho ser doblemente irresistible.

Para Esteban Cañamares, la razón está en lo que representan: “El sacerdote, la supuesta pureza a corromper; el policía, la autoridad a doblegar; la profesora, la mujer adulta que cuida y enseña como lo hizo mamá, etc.

Aunque el morbo sexual es muy intenso, en las relaciones que se prolongan en el tiempo tiene un peso mayor el amor y pasa a ser una lucha entre lo que se desea y lo que la sociedad transmite en forma de rechazo y advertencia”.

Obsesionarse con amores inalcanzables o vedados es algo corriente, pero los expertos aconsejan no atormentarse ni detenerse en ellos, para no paralizar otras oportunidades más realistas. Lo malo es que este tipo de atracción fatal escapa a la lógica.

Según explica Esteban Cañamares: “La atracción hacia personas que no convienen la sufren más quienes no están en paz consigo, quienes tienen deseos que ni han satisfecho ni han renunciado a su satisfacción”.

El escándalo se produce cuando se supera la frontera de lo permitido y se convierte la obsesión en patología o en delito.

¿Quién no se ha preguntado alguna vez…

… Qué riesgo hay de convertirlo en obsesión?
Suele desaparecer de forma espontánea cuando esta persona es sustituida por otra. Pero si esa situación se escapa de control, requiere ayuda terapéutica.

… Cualquiera puede caer en un amor así?
Sobre todo personas introvertidas y de carácter romántico. Existen perfiles de sujetos que van encadenando relaciones tormentosas.

… Qué ocurre si ese deseo se estanca?
La mayoría de los sentimientos que se quedan en stand by acaban afectando gravemente a la salud emocional de quien lo sufre.

… Qué lleva a enamorarse de un profesor o de un artista?
La auténtica motivación se desconoce, pero parece ser que sirve para cumplir deseos por realizar o desviar hacia esas personas aspiraciones aún más prohibidas.

La erótica del poder
Por una vez ambos sexos están de acuerdo en algo: la fuerza, la autoridad y los uniformes les resultan tremendamente seductores

ELLAS

  • Les gusta erotizar y seducir a hombres que por su profesión irradian poder y virilidad. También se sienten atraídas por aquellas personas, como los marineros, que simbolizan encuentros fugaces con desconocidos.
  • En los colegios, las niñas se enamoran más frecuentemente de su profesor que los niños de una profesora. Además, ellas son más vulnerables en estas relaciones difíciles y corren el riesgo de sentirse utilizadas.

ELLOS

  • Les cuesta mucho resistirse ante una azafata, una enfermera o una mujer policía.
  • Aunque las ven más como juguetes eróticos que como personas individuales de las que puedan llegar a enamorarse.
  • Son más impulsivos y canalizan en esta forma de enamoramiento su instinto sexual.
  • Pero además, los hombres con poder y autoridad son el blanco erótico para las mujeres que tienden a un amor imposible.

Redacción QUO