El centenario del gigante informático IBM, cumplido hace bien poco, se celebra con una joya, como debe ser. Sus investigadores han terminado de pergeñar su proyecto más solidario e ingenioso de los últimos años, que han bautizado como WWTW (World Wide Telecom Web), o “web hablada” para los amigos, que, por cierto, ya son unos 10.000. Ellos son los primeros desfavorecidos que llevan cuatro años probando a hacer búsquedas y obtener resultados con una simple llamada de teléfono.

El sistema es un poco más rudimentario de lo esperado para no complicar el uso a quienes se valen de él (personas pobres de cuatro estados de la India, Tailandia y Brasil). Hasta ahora, los números de teléfono sustituían a las direcciones url de las webs. Así, si un ganadero quería, por ejemplo, ver el precio de la leche, llamaba al 123, y si quería saber el del pienso, al 456, pongamos. Del mismo modo, otros podían “colgar” sus webs habladas en esta red “recitada”.

Es lo mismo que ocurría en los albores de internet, hasta que llegaron los buscadores: ya no hacía falta saberse la dirección, ellos te decían adónde ir. Esa es la nueva etapa a la que se han lanzado, pero tienen un problema: si preguntas “precios leche” y el contestador te da 30 resultados, cuando el usuario termine de escuchar las 30 opciones, no recordará cuál le parece mejor. Así que ahora el equipo indio del que partió la idea está trabajando en cómo acotar los resultados. Y otro de los retos es mejorar el reconocimiento de voz, por la disparidad de acentos y los errores al deletrear palabras.

Y ahora, a bucear en los resultados

Una vez llegado a la web hablada que queríamos, puede que haya demasiada información. Para ahorrar tiempo y ayudar al usuario, ahora hay una orden vocal de avance rápido; pero los informáticos han “marcado” algunas frases donde otros usuarios se pararon para que las lea más lentamente.

Redacción QUO