Todo sobre el iPad

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La madrugada del pasado 3 de abril, un puñado de incondicionales decidió dormir al raso frente a las tiendas Apple de Estados Unidos con tal de ser los primeros en adquirir un iPad. Fueron recompensados con cafés y aplausos de los empleados, y en la cola de la tienda de Palo Alto, California, incluso con la presencia de Steve Jobs.

El resultado son 300.000 unidades vendidas en el primer día. Un auténtico hito si pensamos que el iPhone, probablemente el gadget más influyente de la última década, “solamente” vendió 270.000 unidades en su primer fin de semana.

Quizá sorprenda que se hable del lanzamiento de un gadget como si fuera el estreno de una súper producción de cine. Pero se acerca mucho. Meses atrás, el 27 de enero, a las 10 de la mañana en EEUU, el mundo de la tecnología dejó de respirar por un instante, pendiente de lo que sucedería en Cupertino. Apple había convocado a esa hora otro de sus magnos eventos, y la simple posibilidad de un nuevo dispositivo había hecho correr miles de rumores; desde The New York Times hasta el último telediario local abrieron sus ediciones con esta noticia. De la chistera de Steve Jobs salió, esta vez, el iPad; no ya un nuevo producto, sino una nueva categoría de producto.

Steve Jobs, el profeta del iPad
En el año 2000, Bill Gates predijo que en 2005 los Tablet PC serían los dispositivos de consumo más extendidos. Erró el tiro por 5 años; incluso erró el formato, porque no hablamos exactamente de tablets. Pero no andaba descaminado. Ante la salida del iPad, sin embargo, se mostró escéptico: “Soy un gran creyente de la lectura táctil y digital, pero todavía creo que una mezcla de voz, lápiz y teclado real -en otras palabras, un netbook- será la corriente dominante en este sentido”, afirmó Gates en una entrevista de Bnet.

Quizá tenga que ver el hecho de que Microsoft tiene en cartera Courier, un producto con el mismo perfil del que solo admiten que es una filtración (que publicó Engadget.com) sin fecha de comercialización. Un problema de la estructura de gigante de Microsoft.

Apple lo tiene mucho más claro. Ha conseguido mucho más con un portfolio de productos muy pequeño. Sus eventos son una rentabilísima operación de marketing, y apenas media tiempo entre el anuncio de un producto y su lanzamiento real, cuando todavía está la sangre caliente. Hasta los más acérrimos enemigos de la compañía reconocen que el mercado baila al ritmo que marca míster Jobs.

Quizá Microsoft no se decidiera a lanzar su Courier porque no lo tenía listo, pero HP sí tenía a punto su nuevo Slate desde principios de 2010, cuando lo llevó al CES de Las Vegas. Sin embargo, prefirió esperar a ver qué iba a hacer Apple con su nuevo producto. Otro de los rivales del iPad que pronto invadirá el mercado y que, Jobs mediante, permitirá bajar los precios, es el IdeaPad U1 de Lenovo. A primera vista es un simple portátil, pero la pantalla está equipada con su propio procesador, y se puede utilizar separada del “cuerpo”. Se trata de una evolución de los PC con pantalla táctil giratoria.

¿Realmente necesitas uno?
La pregunta, retórica, se la hizo Steve Jobs en la presentación del iPad. Pero ¿realmente hay sitio para una nueva categoría? El iPad se encuentra en un terreno indefinido, a medio camino entre un smartphone y un netbook, y al consumidor a menudo le cuesta acostumbrarse a nuevos tipos de producto. Y es más, piénsalo fríamente: ¿realmente necesitas un dispositivo como este? En el mundo post iPhone cuesta decir que Apple se arriesga con un producto que no hace “nada especial” que no hagan otros (en algunos casos, mejor). Ya aprendimos con su teléfono que el equipo de Jobs es especialista en crear gadgets con un no se qué, que despierta pasiones irracionales.

Han pasado más de diez años desde que Apple tuvo su último gran fiasco con Newton, una especie de ordenador de bolsillo muy avanzado para aquella época, y que nunca cuajó. Pero diez años son toda una vida en el mundo de la tecnología. Los smartphones, táctiles y cada vez más potentes, y los netbooks, pequeños y con funciones ajustadas a la movilidad, parecen haber abonado la aparición de un nuevo concepto de gadget. Ya en el mes de junio de 2009, Intel y Nokia hablaron de “una nueva clase de dispositivo de informática móvil” como objetivo para el fruto de su acuerdo de desarrollo conjunto.

Apple es un verdadero experto en crear nichos de mercado. Según Time: “Nunca pregunta a los usuarios qué quieren. Él es quién les dice qué desearán en el futuro”. Y ha vuelto a hacerlo con el iPad. Prácticamente todos en la industria están tanteando el terreno para sacar su propuesta, que, aunque intentarán que tenga su propia identidad, aprovechará el tirón provocado por Apple. Incluso los netbooks y los smartphones sufrirán cambios para enfrentarse al nuevo rival. Pero los verdaderos convidados de piedra a esta fiesta serán los fabricantes de e-books.

¡Tiembla, Amazon!
Y es que uno de los mayores éxitos del iPad en su lanzamiento en EEUU ha sido su capacidad como lector de libros electrónicos y la tienda dee-books asociada. Los 250.000 títulos descargados solo en el primer día son innegables. Y eso que la pantalla del iPad es retroiluminada, como la de un PC, y no de tinta electrónica, como la de los eReaders, que permite leer sin cansar la vista. Apple ha mantenido tan en secreto su estrategia en España en este sentido que al cierre de esta edición (a un mes del lanzamiento), no se sabe qué contenidos habrá. Ni siquiera confirman si existirán desde el principio, aunque sí que los habrá “a lo largo del año”.

Pase lo que pase con el iPad, no sería justo darle a Apple todos los laureles, porque el mercado evoluciona gracias a todos. Pero tampoco sería justo negarle su papel de motor tecnológico. El iPad ha llegado, y parece que a quedarse.

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Redacción QUO