Este ADN podría ser utilizado en el futuro para diversas terapias génicas y dispositivos nanotecnológicos que se incluirán en ordenadores y otros gadgets.
El ADN natural está construido usando cuatro bases, que forman las letras del código genético. Ahora, Masahiko Inouye y sus colegas de la Universidad de Toyama en Japón han conseguido crear cuatro nuevas bases artificiales dentro de una molécula de ADN, según publican en el último número de Journal of the American Chemical Society.
«Este ADN artificial es más equilibrado que el natural, por lo que lo convierte en el mejor candidato para desarrollar nuevos materiales biotecnológicos y aplicaciones inalámbricas», asegura Inouye.
De hecho, parece que una de las aplicaciones más inmediatas será la creación de un ordenador con ADN como software y enzimas como hardware, cuya capacidad será muy superior a la de los actuales.
Ya en 2004, uno equipo de científicos israelíes anunciaron la creación de un prototipo de ordenador de ADN que fué considerado el más pequeño de todos los tiempos. Sin embargo, hasta ahora, no se había visto una opción tan viable para hacer realidad este sueño tecnológico.
Sin duda, estamos ante uno de los hitos científicos más importantes de los últimos tiempos.
Redacción QUO