Según han informado Patrick Traynor y su equipo del Instituto de Tecnología de Georgia en Atlanta, tu iPhone puede convertirse en un SpyPhone y capturar las pulsaciones efectuadas en un teclado del cual se encuentre próximo. Esto convierte la cotidiana tarea de llegar a la oficina y dejar el móvil junto a tu PC en un acto casi temerario. Según los expertos en seguridad, el popular smartphone de Apple puede detectar las vibraciones emitidas por el teclado de una computadora y leer lo que escribe, simplemente colocando el smartphone, al que previamente se le ha instalado una aplicación de keylogging –aplicaciones espía–, cerca de donde te encuentras.
Para comprobarlo, Traynor y su equipo lo pusieron en práctica y, ¡voilà! fueron capaces de leer lo que uno de ellos escribía en un ordenador cercano a cinco centímetros de distancia con un 80% de exactitud. La forma en que los sensores capturan las vibraciones, es mediante un software matemático que detecta los pares consecutivos de las pulsaciones del teclado en lugar de las letras. Por ejemplo, la palabra «VASO» se divide en tres pares: «VA» «AS» «SO», lo que para el Iphone espía quedaría clasificado como: izquierda-izquierda-, el segundo izquierda-derecha, etc.
Si bien los patrones obtenidos no son exclusivos de una palabra específica, si resultan lo suficientemente buenos como para reconstruir un mensaje cuando usted sabe por donde pueden ir los tiros.
Este tipo de espionaje ya era posible mediante el sonido de las teclas, pero requería la aprobación específica del usuario para que la aplicación espía usara los micrófonos del equipo para tal fin. En cambio, los sensores de movimiento no están tan protegidos, ya que nadie los consideró una amenaza: «la frecuencia de muestreo de los acelerómetros es tan baja, que, antes de este trabajo no estaba claro que se pudiera realizar para capturar ese tipo de información», afirma Traynor.
¿Cómo nos protegemos?
Según el equipo de Traynor, la mejor forma y la más simple es «mover el teléfono a unos 60 centímetros del teclado de nuestro ordenador».
Redacción QUO