Imagina un mundo donde los teléfonos, los ordenadores portátiles, los wearables y otros aparatos electrónicos funcionan sin baterías. Investigadores del MIT y otros lugares han dado un paso en esa dirección, con el primer dispositivo totalmente flexible que puede convertir la energía de las señales de Wi-Fi en electricidad que podría alimentar la electrónica. El avance se describe en un estudio publicado en Nature.
Los dispositivos que convierten microondas en corriente continua se conocen como rectennas (del inglés rectifying antenna o antena rectificadora). En este caso, los expertos, liderados por Tomás Palacios han creado una rectenna que utiliza una antena de radiofrecuencia (RF) flexible que captura las ondas electromagnéticas, incluidas las que llevan Wi-Fi.
Luego, la antena se conecta a un semiconductor bidimensional de apenas unos pocos átomos de espesor. La señal viaja hacia el semiconductor, que lo convierte en corriente continua que se puede usar para alimentar circuitos electrónicos o recargar baterías.
De esta manera, el dispositivo sin batería captura y transforma pasivamente señales de Wi-Fi ubicuas en una fuente de alimentación útil. Además, el dispositivo es flexible.
“Hemos ideado una nueva forma de alimentar los sistemas electrónicos del futuro: mediante la recolección de la energía Wi-Fi de una manera que se integra fácilmente en grandes áreas, para llevar la inteligencia a cada objeto que nos rodea”, explica Palacios en un comunicado.
En los experimentos realizados, la rectenna dispositivo demostró ser capaz de producir aproximadamente 40 microvatios de potencia cuando se expone a los niveles de potencia típicos de las señales de Wi-Fi (alrededor de 150 microondas). Eso es más que suficiente poder para iluminar una simple pantalla móvil o chips de silicona.
Otra posible aplicación es potenciar las comunicaciones de datos de dispositivos médicos implantables, según el español Jesús Grajal, coautor del estudio e investigador de la Universidad Técnica de Madrid.