Imagina un robot con una piel que parezca casi biológica y no precise batería. O un móvil, o un muñeco o muñeca con la misma capacidad. Eso está más cerca de hacerse realidad. Vamos por pasos.

La melanina es el el pigmento que le da el color a la piel, el cabello y los ojos humanos. Hay dos tipos de melanina: la eumelanina (de un color marrón-negro) y la feomelanina (amarilla o rojiza). La combinación, en diferentes proporciones, de ambos tipos, es lo que hace que nuestros cabellos sean rojizos o de tonos dorados.

Desde hace mucho tiempo los científicos saben que la eumelanina, puede conducir la electricidad. Pero la eumelanina en su forma natural no es lo suficientemente conductora como para ser muy útil, y nadie podría descubrir cómo darle es extra que le faltaba.

Ahora, un grupo de expertos, liderados por Alessandro Pezzella, ha publicado un estudio en Frontiers in Chemistry, en el que describen un proceso innovador que mejora notablemente la conductividad de la eumelanina.

«Esta es la primera piedra de un largo proceso que ahora ya puede comenzar a desarrollarse – explica Pezella –. Los seres humanos y otros organismos no reaccionan a la eumelanina, lo que significa que podría usarse para cubrir implantes médicos u otros dispositivos destinados a estar en contacto directo con el cuerpo humano.

Pero la eumelanina en su forma natural es demasiado desordenada a nivel molecular para conducir la electricidad con eficiencia. Para hacer que la eumelanina sea más conductora sin agregar agentes externos, el equipo de Pezzella desarrolló un proceso que organizó las moléculas para que la electricidad pudiera fluir con mayor eficacia de un electrón a otro.

“El proceso es básicamente calentar al vacío la eumelina – señalan los autores –. De esta manera, se elimina completamente el oxígeno y el vapor de agua. Sin las moléculas adicionales, la eumelanina es mucho más eficiente en la conducción”.

El proceso multiplica la conducción por 9 órdenes de magnitud, es decir mil millones.

El siguiente paso de los científicos es crear una configuración muy simple, como una película delgada con la cual allanar el camino para diferentes aplicaciones como recubrir dispositivos eléctricos diseñados para el uso en humanos.

Juan Scaliter