Entras por la puerta del CosmoCaixa de Barcelona y te saluda con un “Buenos días” en castellano, pero podría hacerlo, al momento, en otros 29 idiomas distintos, tanto con voz de hombre como de mujer. Te mira serio mientras reconstruye en su cabeza un retrato robot tuyo que le permitirá reconocerte a lo largo del Museo de la Ciencia de la Obra Social La Caixa. Se trata de Reem, un androide fruto del trabajo de la empresa Pal Robotics y de un equipo de investigadores de la Universitat Politècnica de Barcelona y de La Salle Ramon Llull.
¿Cuál es el objetivo? Pues poner las máquinas al servicio de las personas. La comunicación con Reem resulta agradable y fluida. Mide 1,70 centímetros, pesa 90 kilos y puede funcionar sin la recarga de la batería hasta ocho horas. El androide, de color blanco y negro, se gestiona con un mando de videoconsola, y tiene dos brazos movibles de gran agilidad, cada uno de los cuales puede soportar hasta tres kilos de peso. Con estas características se puede empezar la revolución robótica, y Reem es, sin lugar a dudas, su pionero políglota.
Rafael Mingorance